El Banco Central Europeo (BCE) ha informado este jueves de que dejará de comprar bonos en enero, pese al debilitamiento económico, y que invertirá los que venzan "durante un período prolongado una vez que comiencen a subir los tipos de interés".

El BCE dejó también inalterados los tipos de interés de referencia a los que presta a los bancos semanalmente en el 0 %.

Tras la reunión de su Consejo de Gobierno, el BCE dijo que continuará cobrando a los bancos un 0,4 % por el exceso de sus reservas a un día (facilidad marginal de depósito) y que les seguirá prestando a un día al 0,25 % (facilidad marginal de crédito).

Confirma también que prevé que los tipos de interés seguirán en el nivel actual hasta, al menos, durante el verano de 2019.

El BCE ha especificado este jueves en su comunicado que se compromete a reinvertir los bonos "durante un periodo de tiempo prolongado pasada la fecha cuando comience a subir las tasas de interés rectoras" y, en cualquier caso, "durante el tiempo que sea necesario para mantener unas condiciones de liquidez favorables y un elevado grado de acomodación monetaria".

Hasta este jueves sólo había dicho que lo haría durante un periodo de tiempo prolongado después del final de las compras netas de activos.

El presidente del BCE, Mario Draghi, se pronunciará en una rueda de prensa a partir de las 13.30 horas GMT sobre estas decisiones.

El BCE también va a publicar sus últimas proyecciones macroeconómicas, de crecimiento e inflación, que incluirán los cálculos del 2021 por primera vez.

En septiembre pronosticó un crecimiento en 2018 del 2 %, en 2019 del 1,8 % y en 2020 del 1,7 % con una inflación del 1,7 % los tres años.

La inflación subyacente será del 1,1 % en 2018, del 1,5 % en 2019 y del 1,8 % en 2020.

El BCE podría revisar algo a la baja las previsiones de crecimiento e inflación subyacente, la que descuenta la energía y los alimentos, que son los elementos más volátiles.