Las tres plantas de Alcoa en España —A Coruña con 369 trabajadores directos, Avilés con 317 y San Cibrao con 1.100— secundaron ayer al 100% la huelga simultánea convocada contra el cierre anunciado por la multinacional aluminera para las factorías de A Grela y de Asturias, según informaron los respectivos comités de empresa. Las plantillas gallega y asturiana realizaron una Marcha por la industria del aluminio, dos horas de camino desde Ribadeo (Lugo) y Castropol (Asturias) para confluir en una gran manifestación en Vegadeo, con más de 800 personas, en la frontera entre las dos comunidades afectadas por la crisis industrial abierta hace dos meses por Alcoa. Los casi 700 afectados por el ERE (expediente de regulación de empleo) siguen demandando la retirada del despido colectivo y la búsqueda de alternativas. Ayer pidieron que al menos se prorrogue el plazo de negociación del expediente, que finaliza dentro de una semana.

El presidente del comité de empresa de A Coruña, Juan Carlos López Corbacho, celebró el seguimiento total del paro de 24 horas que concluyó a las diez de la noche de ayer en A Grela, del 100%. El mismo porcentaje alcanzaron las otras dos factorías, según los sindicatos. Por su parte, fuentes oficiales de Alcoa destacaron el "cumplimiento de los servicios mínimos y la ausencia de incidentes", si bien rehusaron cuantificar el personal que participó en la protesta.

La plantilla aluminera de Alcoa en España marchó unida con el lema Juntos por una solución y reclamó al Gobierno "un paso firme y contundente" que evite el cierre en A Coruña y Avilés. San Cibrao es la instalación principal —con 1.100 trabajadores entre la planta de aluminio y la de alúmina— y la única por la que apuesta la multinacional estadounidense en España, donde tiene el monopolio de la producción de este metal. El presidente del comité de empresa lucense, Xosé Paleo, aseguró que la totalidad de la plantilla se sumó a la jornada de paro. "Me he quedado sorprendido", dijo Paleo en relación a la solidaridad del cuadro de personal de Cervo con sus compañeros afectados. Entre las tres localizaciones, Alcoa suma unos 1.800 trabajadores en el país, 700 de ellos afectados por el expediente de extinción.

Representantes de los trabajadores y de la empresa están citados esta tarde en Madrid para una nueva reunión de negociación del ERE, después de que se anulara el encuentro del martes por la cancelación del vuelo de Alvedro. El periodo de consultas —que ya fue ampliado 30 días sobre el plazo inicial— concluye el próximo jueves 27, si bien la compañía ya avanzó que está dispuesta a prorrogarlo hasta el 15 de enero si hay avance en las conversaciones. Por el momento, las posturas están enrocadas. La plantilla rechaza hablar de despidos y la empresa evita debatir sobre una posible continuidad de las plantas.

INCENTIVO A LAS ELECTROINTENSIVAS

El conselleiro de Economía, Empleo e Industria, Francisco Conde, expresó ayer su intención de pedir el Gobierno central una rebaja de los peajes del suministro eléctrico que pagan las empresas electrointensivas —como Alcoa o Ferroatlántica, cuyos trabajadores prevén un ajuste de plantilla para los próximos meses por el mal resultado de la subasta eléctrica— y la aplicación de subvenciones compensatorias a las empresas por la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero repercutidas en los precios de la electricidad.

Conde, que se reunió con representantes de una decena de empresas electrointensivas que operan en Galicia como Ferroatlántica, Finsa, Intasa, Megasa o Showa, aseguró que esas medidas podrían contrarrestar el clima de "inquietud e incertidumbre" sobre los precios de la electricidad para esas firmas y contribuir a que la multinacional estadounidense del aluminio Alcoa reconsidere el cierre de sus plantas de A Coruña y Avilés (Asturias) y el despido de sus 686 empleados.

La compañía estadounidense, que continúa sin retirar sus planes, justificó el cierre de sus plantas de Avilés (Asturias) y A Coruña, aquejadas de pérdidas que atribuye a problemas estructurales productivos y tecnológicos como su menor capacidad de producción, una tecnología menos eficiente y elevados costes fijos, además de por la sobrecapacidad de producción de China, el elevado precio de las materias primas. Conde indicó que las medidas analizadas con los representantes de esas firmas permitirían a las electrointensivas de España "competir en igualdad de condiciones que el resto de empresas de la Unión Europea".

El conselleiro añadió que tales iniciativas que la Xunta pretende someter al Gobierno central son compartidas por las empresas electrointensivas, aunque los representantes de esas firmas rechazaron hacer declaraciones al término de la reunión, y añadió que "son medidas que se están aplicando en otros países de la Unión Europea" .

El conselleiro consideró que "es responsabilidad del Gobierno dar respuesta" a esas peticiones , que incluyen también la adopción de forma "inmediata" de un estatuto específico para las empresas electrointensivas e incluso "hiperintensivas", dijo, aunque evitó pronunciarse sobre cuáles considera que deberían incluirse en ese último apartado. El consumo eléctrico supone el 40% de los costes de producción de Alcoa.