Abanca no existía cuando Pescanova SA (entonces vieja Pescanova) entró en quirófano para serle extirpada a la antigua cúpula las facultades de gestión —pasaron a manos de Deloitte como administrador concursal— y recibir una inyección de 56 millones de euros. Seis bancos aceptaron la marca como hipoteca y, con la Xunta, llevaron al grupo pesquero a cuidados intensivos; era verano de 2013, salió bien la operación y la compañía, entonces entre las diez mayores pesqueras del mundo, evitó el colapso. Una de aquellas entidades fue NCG Banco (ahora Abanca), que había declarado un pasivo de 147,22 millones de euros como acreedor. No fue el gran pillado; uno de los que más, sí, pero otro del centenar de bancos que sucumbieron al bluf de Pescanova SA. Ahora, casi seis años después, el grupo financiero se convertirá en cuestión de días en el accionista mayoritario de lo que ahora es Nueva Pescanova. En solo diez meses ha multiplicado por cuatro su participación en el holding.

Porque Abanca asumirá el 5,9% de BBVA, que ha decidido desprenderse de su participación. Pero a esta operación corporativa se suma la compra de "más paquetes minoritarios" en los últimos meses de los que no han trascendido más datos. El mercado y los demás bancos daban por hecho hace semanas que la entidad que preside Juan Carlos Escotet se convertiría en la principal accionista de Nueva Pescanova. Según otras fuentes consultadas, Abanca había participado en pequeñas transacciones, así como otras de ROFR (Right of First Refusal). Bajo la normativa española, cuando un accionista decide vender su participación a un grupo que no lo es, los ya socios tienen derecho preferente. "Ha habido un puñado de operaciones de este tipo y tenemos entendido que todas fueron suscritas por accionistas actuales", exponen.

Nueva Pescanova es una sociedad limitada y no tiene obligación de trasladar al mercado los movimientos accionariales. De hecho la compañía modificó hace justo un año el artículo 6 de sus estatutos sociales para no tener que celebrar una asamblea extraordinaria cada vez que se produzca un traspaso de títulos. Lo hizo con motivo de la venta del paquete que tenía Deutsche Bank, del 0,46%, que entonces suscribieron Abanca, Sabadell y los fondos Barendina (Luxemburgo), Auriga (España) y Broadbill Investment Partners (Estados Unidos). Con esta última operación Abanca superará a Banco Sabadell, que posee el 23,8% de los títulos.

El movimiento erige a Nueva Pescanova en la participada de referencia de la entidad financiera. Según sus últimas cuentas mantiene en varias sociedades un peso muy superior al que tendrá en la pesquera, pero con un valor en libros notablemente inferior. Solo la apuesta por Elcano, de la que posee el 20,25% del capital es comparable.