La Ley de Reformas Urgentes del Trabajo Autónomo, que entró en vigor hace un año, no surtió el efecto deseado en Galicia. Ni la ampliación de la tarifa plana -de 50 euros mensuales- al primer año de actividad, ni las medidas de conciliación -bonificación de la cuota del 100% durante la baja de maternidad y paternidad y de hasta 12 años para cuidado de menores a cargo- o la posibilidad de compatibilizar la actividad con el cobro del 100% de la pensión de jubilación, entre otros incentivos, sirvieron para detener la pérdida de autónomos en la comunidad. El número de trabajadores por cuenta propia se redujo un 0,4% en Galicia en los nueve primeros meses del año -solo el País Vasco registra una evolución peor-, mientras que en el conjunto de España aumentaron un 1,5%.

Un estudio de la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA) destaca que en los nueve primeros meses de este año Galicia perdió 803 autónomos -tiene un total de 212.271-, lo que supone un descenso del 0,4%. La gallega es la segunda mayor tasa de descenso, por detrás de País Vasco (-0,5%) y hay tres autonomías más en negativo (Asturias, Aragón y Castilla y León). Por contra, las otras doce comunidades autónomas lograron incrementos (de hasta un 12% en el caso de Baleares) y en el conjunto de España el aumento de afiliación al Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) fue del 1,5%.

"Los autónomos duplican este año el crecimiento registrado en el mismo periodo de 2017, cifras que nos muestran de una forma objetiva cómo la nueva ley de autónomos está siendo efectiva y dando sus frutos", señaló el presidente nacional de ATA, Lorenzo Amor.

Pero las palabras del representante estatal del colectivo no pueden aplicarse al caso gallego. El presidente de ATA-Galicia, Rafael Granados, asegura que la ley de autónomos que entró en vigor hace justo un año "no tuvo la efectividad esperada en la comunidad".

El portavoz autonómico achaca la mala evolución al peso de la agricultura -"el sector que más autónomos pierde, con una caída constante", señala- y del comercio, un área que, según sus datos, concentró en Galicia 697 de las 1.277 bajas producidas en el conjunto del país; una evolución que relaciona con la competencia de la venta online y también con la de las grandes superficies.

La prolongación de la llamada tarifa plana, además, no ha supuesto una mejora para los nuevos autónomos gallegos. La ley estatal establecía que los emprendedores de todo el país podían darse de alta en el régimen especial con cotizaciones de solo 50 euros mensuales a la Seguridad Social durante el primer año y bonificaciones los dos siguientes.

Incentivos

Hasta 2017 el Estado solo ofrecía cuotas de 50 euros durante los primeros seis meses, pero la Xunta complementaba la ayuda hasta los doce, por lo que la medida estrella de la ley de autónomos no supuso un incentivo real para los gallegos. A juicio del presidente de ATA-Galicia, el cambio legal aprobado por el Ejecutivo central ha venido a "destruir la estrategia" que desarrollaba el Gobierno gallego. "Otro problema en Galicia es la media de edad, cada vez más alta [el 46% tiene de 40 a 54 años y un 30% es mayor de 55]. Se están produciendo muchas jubilaciones de autónomos, sobre todo en las provincias de Ourense y Lugo, que también destacan por la proliferación de falsos autónomos", explica Granados.

En este sentido, el presidente de ATA-Galicia lamenta que las políticas de relevo generacional "no han funcionado" y urge a las administraciones medidas más eficaces para evitar el cierre de negocios cuando el autónomo llega al final de su etapa laboral y favorecer, para ello, que nuevos emprendedores "puedan hacerse cargo de la actividad".

El portavoz de los autónomos gallegos también critica que el Estado centre sus ayudas en quienes inician su actividad y solicita apoyo también para quienes mantienen su actividad a lo largo de los años. "Para un autónomo que quiera hacer una reforma, las ayudas son insuficientes y los requisitos muy altos", expone.

Granados reclama una nueva ley para garantizar la "segunda oportunidad", con medidas que eviten que las deudas derivadas del fracaso en un negocio por cuenta propia supongan "poner una soga al cuello al autónomo" y que contribuya, por tanto, a mantener las altas en el colectivo.

Según el informe de ATA, en España -donde trabajan 3,2 millones de autónomos- los sectores con mayor auge en cuanto al autoempleo son la construcción (sumó 9.139 autónomos en lo que va de año), la hostelería (+9.227) y las actividades profesionales (+9.481). Con todo, la federación de autónomos reclama más incentivos al autoempleo para paliar los efectos de la desaceleración de la economía.

Por provincias, Ourense lidera la destrucción de empleo por cuenta propia en el conjunto de España. En los nueve primeros meses del año registró una reducción del 3,5% respecto a 2017, con 867 afiliados menos al Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA), hasta los 25.061.

La asociación de profesionales por cuenta propia ATA de Galicia relaciona esta sangría con el envejecimiento poblacional -cierre de negocios por jubilación- y también con una situación coyuntural: "Este verano alguna cooperativa con sede en Ourense incorporó a su plantilla a centenares de falsos autónomos, lo que tiene una gran incidencia en la estadística", expone el presidente de la asociación, Rafael Granados.

El polo opuesto es Baleares, que sumó 10.363 autónomos en lo que va de año, un crecimiento del 12% que tira de la media española (+1,5%). Dentro de las provincias gallegas, solo Pontevedra marcó una evolución positiva: un alza del 0,8%, al incorporar 503 afiliados, con lo que alcanzó los 67.162. En A Coruña la oscilación fue mínima ya que cerró septiembre con solo 34 autónomos menos (estadísticamente supone un 0%, estabilidad), con los que se mantiene con holgura como territorio más activo del autoempleo en Galicia: 86.187 trabajadores por cuenta propia. Por su parte, la provincia de Lugo sufrió un descenso del 1,2% (405 personas menos de alta) y se queda en 34.727.

Mujeres autónomas

Por sexos, la comunidad gallega también pierde mujeres autónomas frente a la tendencia positiva del conjunto del Estado. Sin embargo, sigue siendo la comunidad autónoma que cuenta con mayor grado de feminización del trabajo autónomo, una tasa próxima al 42% (frente a la media estatal del 35%).

Según los datos que maneja ATA-Galicia, hay 312 menos que al comienzo del año. En España el ritmo de crecimiento en la afiliación a la Seguridad Social de mujeres autónomas es del 1,9% en lo que va de 2018, seis décimas superior al de los varones (1,3%). Otro dato estadístico importante en este sentido es que el 45% de las nuevas altas por cuenta propia son de mujeres.