La inversión en obra pública del conjunto de administraciones públicas cerrará 2018 en máximos de los últimos ocho años, dado que sumará unos 15.900 millones de euros, importe que además supera en un 24% a la del año anterior. Así se desprende de los datos de licitación pública de los once primeros meses del año, periodo en el que se sacaron a concurso proyectos por un total de 14.642 millones, un 33% más, según un informe de la patronal de grandes constructoras y concesionarias Seopan. En caso de que en el último mes del ejercicio se mantenga este ritmo licitador, el ejercicio culminará así con el mayor volumen de obra pública promovida desde el año 2010, cuando se lanzaron trabajos de infraestructuras y dotaciones públicas por 26.210 millones de euros.

A pesar del aumento, la obra pública está aún lejos del máximo histórico que alcanzó en vísperas de la crisis, el de 46.700 millones de euros logrado en 2006. En este sentido, la patronal constructora considera que la licitación "sigue en niveles cercanos a los mínimos históricos", equivalente al 1,3% del PIB.

En cuanto a este ejercicio 2018, la promoción de obra pública incluso ha sorteado cualquier eventual parón como consecuencia del cambio de Gobierno a comienzos del pasado mes de junio. De hecho, el Ministerio de Fomento, principal órgano inversor de la Administración central, licitó obras por 876 millones en los cinco primeros meses del año, que se elevaron a 3.000 millones en el caso de los seis posteriores (entre junio y noviembre), tras el relevo gubernamental.