La demanda colectiva que presentó la asociación alemana de consumidores VZBV contra Volkswagen el pasado 1 de noviembre por el caso del software que manipulaba las emisiones de algunos vehículos diésel, el llamado caso dieselgate, suma ya cerca 300.000 afectados. Según el semanario Der Spiegel, un número considerable de personas se habrían sumado a la causa durante los tres días previos a que finalizase el plazo de inscripción (31 diciembre). Al fabricante se le acusa de instalar un dispositivo que reconocía cuando los vehículos eran sometidos a pruebas de conducción en laboratorio y cumplieran así con los límites de emisiones.