Los grandes números del mercado laboral al cierre del pasado ejercicio no dejan aparentemente en mal lugar a Galicia. Cae el paro. Hay 169.295 personas esperando una oportunidad laboral, 1.074 menos que en noviembre y la menor cifra de un mes de diciembre en la última década. En comparación con el final de 2017, la reducción es del 8,5% (15.718), ligeramente por encima del total del país, que registra un descenso interanual del 6,2%, hasta los 3,202 millones de desempleados. Pero detrás de las luces hay muchas sombras que reflejan una de las grandes debilidades económicas de la comunidad: la falta de población activa, la que esta en edad de trabajar y quiere o puede hacerlo. Fue una de las pocas regiones que perdió cotizantes en diciembre y, aunque hoy tiene 20.659 afiliados más que hace un año, encadena cinco meses consecutivos destruyendo empleo.

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Reducción más lenta del desempleo. En diciembre de 2017, el paro retrocedió en Galicia por encima del 1%. Esta vez desciende la mitad, un 0,6%, y casi un punto menos que en el conjunto del Estado (1,5%). Si analizamos la variación en los doce meses al completo, solo hay tres territorios que superan el descenso. Son Melilla, donde la caída anual roza el 10%; Castilla y León, con un 9,6% menos de desempleados; y Extremadura, que ronda una bajada del 8,8%.

La bajada se concentra en el sector servicios. Es lo habitual en el último mes del año, coincidiendo con el refuerzo de plantillas para afrontar la campaña navideña. El sector más ligado al consumo de estas fechas redujo el paro en 2.295 personas. En el colectivo sin empleo anterior descendió en 658. Hasta ahí las caídas. Porque el número de parados en la construcción se disparó más de un 6% (860), un 4,4% en la industria (824) y en agricultura otro 3% (195). Respecto a diciembre de 2017, todos los sectores muestran importantes descensos, especialmente el ladrillo (-17,5%) y la industria (-10,2%).

El repunte de los todavía muy minoritarios contratos indefinidos. A la espera del impacto que tendrán las rebajas en el mercado laboral autonómico y ver si se cumplen los pronósticos de las empresas de trabajo temporal que vaticinan un récord, la contratación en Galicia en diciembre disminuyó un 14% sobre noviembre y apenas creció un 1% respecto a diciembre del ejercicio anterior. En todo 2018 se firmaron en la comunidad 1.082.126 contratos. Aumentaron con fuerza los fijos, un 22%, con 98.597. No llegan ni al 10% del total. El resto, más de 983.000, fueron temporales, entre los que al alza alcanzó el 4,6%.

La notable pérdida de ocupación. La notable pérdida de ocupación. Galicia logró acabar el año con más de un millón de cotizantes. Algo que no sucedía desde 2009. Pero, a diferencia de la mayoría de comunidades, sufre un importante batacazo en diciembre -la caída de trabajadores en alta en la Seguridad Social es de casi el 4%--y encadena así cinco meses en descenso. Es cierto que hay 20.659 afiliados más que en diciembre de 2017, pero también lo es que el ascenso, del 2,1%, vuelve a estar por debajo del total nacional (3,06%) y que Galicia se ha quedado sin cerca de 15.500 ocupados desde julio. ¿Cómo se explica que baje el paro y no suban las cotizaciones? Porque salen del mercado laboral más gallegos, posiblemente por jubilaciones, de los que entran.

La necesidad de mejores empleos. La Xunta elude la caída de las cotizaciones de diciembre y los cuatro meses anteriores. Destaca que es "el mejor" cierre de año desde 2009 en afiliados y que el paro bajó desde 2013 en 109.000 personas. "Galicia va por el buen camino, pero tenemos que seguir trabajando e impulsando medidas que favorezcan la creación de más y mejores puestos de trabajo y, además, den respuesta al empleo que viene", asegura la secretaria xeral de Emprego, Covadonga Toca. "Se echó un año para transformar el crecimiento económico en creación de empleo", subraya la secretaria de Empleo de CCOO, Maica Bouza, que critica "el nefasto papel en materia de políticas activas de empleo de la Xunta". Fue también "un año perdido", según Fran Cartelle, de la CIG, para "la recuperación del empleo de calidad". UGT habla de "muchas carencias en la calidad del empleo" y de paro "elevado".