El conflicto de Alcoa se acerca a su desenlace. En una semana, el día 15, se agota el tiempo de negociación del ERE (expediente de regulación de empleo) que la multinacional estadounidense presentó para despedir a sus 369 trabajadores de A Coruña y 317 de Avilés (Asturias) por su decisión de cerrar ambas fábricas de aluminio primario. Trabajadores y empresa vuelve a citarse esta tarde en Madrid, a las 15.00 horas, dentro del proceso de consultas del ERE. Las posturas siguen alejadas y ninguna de las dos partes confía en alcanzar un acuerdo. Así las cosas, la plantilla deposita sus esperanzas en la reunión de la mesa tripartita que se reúne también hoy en la capital española, a las 17.30 horas, en la que la dirección de Alcoa está convocada para abordar una alternativa al cierre junto a representantes de las Administraciones implicadas -Gobierno central, Xunta y Principado- y de los sindicatos. Con este motivo, los trabajadores se concentran a las 11.30 horas ante el Ministerio para clamar una solución que permita mantener la actividad industrial y los 700 empleos.

Tres autobuses salieron anoche del polígono de A Grela y otros cuatro de Asturias en dirección a Madrid para participar en la protesta, apoyada por más participantes que acuden en vehículos particulares. El presidente del comité de empresa de A Coruña, Juan Carlos López Corbacho, asegura que hoy es "una fecha importante". "La situación está complicada y cada vez queda menos tiempo", expone el representante de la plantilla aluminera coruñesa, que augura que el periodo de negociación concluirá sin acuerdo y "el ERE acabará en los juzgados".

Las posturas de patronal y sindicatos apenas se han movido desde que Alcoa anunció el despido colectivo el pasado octubre. La aluminera alega que sus factorías de A Coruña y Avilés son menos competitivas, debido a una tecnología obsoleta y a los elevados costes fijos, y mantiene el despido colectivo para los 686 empleados directos. Los trabajadores defienden que las plantas son viables y presentan propuestas para mantener la producción sin ningún despido. En la reunión de hoy respaldarán su postura con un informe de 277 páginas elaborado por el comité europeo de Alcoa (Eurofórum). "Estamos muy lejos en nuestros planteamientos", concluye Corbacho.

La firmeza con la que la compañía con sede en Pittsburgh ha tramitado el ERE hasta el momento -ha accedido a prolongar el periodo de negociación pero en ningún momento ha valorado retirar el expediente de extinción como reclama la parte social- ha hecho perder a los trabajadores toda esperanza de que la empresa pueda continuar su actividad en A Coruña y Avilés. La plantilla coruñesa apuesta por la continuidad de la fábrica, pero sin Alcoa. "Lo que tiene que hacer es marcharse, que traspase la empresa al Estado para que busque un salida", reclama Corbacho sobre unas instalaciones fabriles que hasta 1998 eran de la empresa pública Inespal. La intervención del Estado y la venta a otro grupo industrial son las únicas salidas a ojos del comité de empresa, que considera que esta vía es "cuestión de voluntad política". En este sentido, el colectivo reclama el compromiso del Ministerio de Industria, a quien acusa de "tibieza", y de la Xunta. "Al Gobierno le quedan pocos días para que empecemos las protestas directamente contra ellos", advierte el portavoz de la plantilla de A Grela.