El Gobierno ha lanzado el dieselazo. El Ejecutivo de Pedro Sánchez aprobó ayer la remisión a las Cortes del proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2019 que contempla, entre otras medidas, la supresión de la bonificación del diésel respecto a la gasolina.

Esto supondrá que los conductores particulares gallegos que ya pagaban el precio más alto de España por este combustible ahora tendrán que abonar casi dos euros más por depósito al implicar un incremento del precio de 3,8 céntimos por litro. Con esta medida los conductores de la comunidad autónoma son penalizados por partida doble, ya que además de pagar más por el carburante que en otros puntos de la península sufren los peajes de la AP-9, que solo en el último trimestre se encarecieron un 5,51%. Y es que Galicia tiene el segundo mayor parque móvil de turismos diésel del país, con un millón de vehículos.

En la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, afirmó que la decisión de suprimir la bonificación del diésel tendrá un impacto de tres euros mensuales para el consumidor medio, el que realiza unos 15.000 kilómetros anuales. "La medida no tiene impacto en el gasóleo profesional, ya que quedarán fuera los profesionales del transporte, incluidos los profesionales agrarios", aseguró, al tiempo que apuntó que el incremento de la recaudación se destinará a subvencionar políticas de movilidad sostenible.

En la comunidad gallega la dispersión geográfica deja sin alternativas a los conductores, abocados a utilizar los vehículos particulares. De los 1.543.271 turismos que forman el parque móvil de vehículos gallegos, 1.021.732 corresponde a turismos diésel. O, lo que es lo mismo, casi 7 de cada 10 turismos utilizan este carburante.