Este miércoles ha transcurrido como una jornada clave para la industria coruñesa y es que, junto con la noticia del preacuerdo sobre el ERE de Alcoa para sus fábricas de A Coruña y Avilés, conocíamos que Naturgy anunciaba que "reforzará su compromiso" con un planNaturgy alternativo al cierre de la central térmica de carbón de Meirama, noticia que adelantaba ayer LA OPINIÓNcierre central térmica de carbón de Meirama.

PREACUERDO EN ALCOA

Alcoa non se pecha. La consigna que ha repetido la plantilla aluminera desde que Alcoa anunció el cierre de sus plantas de A Coruña y Avilés hace tres meses cobra fuerza. La multinacional y los comités de empresa de ambas factorías sellaron en la madrugada de ayer un preacuerdo de ERE (expediente de regulación de empleo) que supone, al menos en parte, la continuidad de las fábricas. El pacto, que hoy debe ser ratificado en la asamblea de trabajadores, mantiene el 100% de los trabajadores directos (369 en A Coruña y 317 en Avilés) hasta el 30 de junio. A partir del 1 de julio, salvo que otro inversor compre las instalaciones, solo continuarán trabajando 114 personas en A Grela y 91 en Avilés. Alcoa garantiza así el trabajo en las mismas plantas a 205 de los 686 empleados, el 30%.

La bajada de plantilla responde a una reducción drástica de la actividad en la fábrica: Alcoa dejará de producir aluminio primario en A Coruña y Avilés al parar las series de electrolisis y seguirá solo con las aleaciones en las fundiciones de ambas plantas y con la torre de pasta de A Grela. Para los 255 que perderían su puesto en la fábrica coruñesa y los 226 de la asturiana (481 en total), la multinacional plantea recolocaciones en San Cibrao -hasta 106-, prejubilaciones para mayores de 53 y despidos para el resto.

La negociación del ERE concluyó a las 9.00 horas de ayer en Madrid tras 22 horas consecutivas de una reunión calificada de "larga y dura" por los comités de empresa. En un comunicado, la representación de los trabajadores supeditaron el acuerdo a la aprobación en la asamblea y al compromiso del Gobierno de mantener el 100% del empleo más allá del 1 de julio si no hay comprador, algo que el Ejecutivo descarta. El sindicato CIG, minoritario en Alcoa, no firmó el preacuerdo porque considera que no garantiza "de forma clara" el empleo.

Con este pacto, la plantilla gana seis meses y apremia al Gobierno en la búsqueda de un inversor. El acuerdo supone también dejar cerrados los despidos a 1 de julio si no se consigue la venta. Aún así, Alcoa decide ahora que mantendrá parte de la actividad en las fábricas.

No habrá ningún despido hasta el 30 de junio. Todos los trabajadores seguirán contratados en las fábricas de A Coruña (369) y Avilés (317) hasta el 30 de junio. No todos tendrán carga de trabajo. Tras la parada de las cubas electrolíticas, 481 pasarán a un plan de formación.

Parada ordenada de la electrolisis, en 30 días. La firma se compromete a "adoptar las medidas precisas para la parada programada de las cubas de electrólisis de modo que puedan ser re-arrancadas por un potencial comprador" y concreta que el proceso "se llevará a cabo en un plazo aproximado de 30 días".

40 millones reservados hasta verano para reactivar las cubas. La firma aluminera reserva 40 millones de euros (20 millones por planta) para reactivar las cubas y recuperar la producción de aluminio primario si se concreta una oferta de compra antes del 30 de junio.

El 1 de julio, o venta o ERE. Alcoa manifiesta su "firme compromiso" para posibilitar que una "oferta de compra u opción de reindustrialización" cristalice en el plazo de seis meses. La empresa matiza que "la venta y la citada asunción de coste por parte de Grupo Alcoa Inespal estará condicionada a que el comprador asuma la totalidad de los trabajadores de las plantas y, por tanto, Grupo Alcoa Inespal no deba realizar despido, recolocación ni prejubilación alguna y proporcione las garantías que permitan concluir que el proyecto empresarial es viable". Si llegado el 1 de julio no hay comprador, se aplicará el ERE y solo 255 conservarán sus puestos, los que trabajen en las fundiciones y en la torre de pasta de A Coruña.

Recolocaciones en San Cibrao. Un máximo de 106 empleados de A Coruña y Avilés podrán ser recolocados en la otra planta de Alcoa en España: la de San Cibrao (en Cervo, Lugo). La cifra final dependerá de cuántos trabajadores lucenses acepten las bajas incentivadas, dirigidas a mayores de 57 años. La empresa ofrece el 74% del salario anual bruto hasta los 64 años para personal entre 57 y 59 años y el 78% hasta los 65 a los empleados que han cumplido los 60. A la hora de ser recolocados en San Cibrao tendrán prioridad los trabajadores coruñeses y avilesinos con mayor antigüedad y no prejubilables. Como compensación por traslado de residencia recibirán 10.000 euros.

44 prejubilaciones obligatorias. El preacuerdo incluye prejubilaciones obligatorias para los empleados con 53 años cumplidos a 31 de diciembre de 2018 (36 personas en A Coruña y 8 en Avilés). Entre la prestación por desempleo y el complemento salarial, los empleados de 53 años a 56 años cobrarán el 70% del salario anual bruto hasta los 63 años; los de 57 a 59 años, el 74% hasta cumplir los 64; y de 60 a 65 años, el 78% hasta los 65 años.

Indemnizaciones de 60 días por año trabajado sin tope. En el mejor de los casos -si todos los mayores de 57 de San Cibrao aceptan la baja incentivada- el preacuerdo del ERE prevé una solución para 355 empleados (114 en A Coruña, 91 en Avilés, 44 prejubilados y hasta 106 trasladados a San Cibrao), algo más de la mitad de la plantilla. El resto de trabajadores -entre 331 y 437- se irán a la calle con una indemnización bruta de 60 días de salario por año trabajado sin límite de anualidades más 10.000 euros brutos. Accederán además a un plan de recolocación y autoempleo externo a cargo de la firma Lee Hecth Harrison y a un convenio especial con la Seguridad Social para personal prejubilable.

Sin venta, la actividad de las plantas caerá a mínimos. Los trabajadores siempre han defendido que las series de electrolisis son "el corazón de la fábrica". Sin actividad en estas cubas, A Grela y San Balandrán dejarán de producir aluminio primario. Salvo que cristalice una venta, el plan actual de Alcoa es mantener abiertas las dos fábricas, pero solo con las fundiciones -donde realizan aleaciones de aluminio- y la torre de pasta en el caso de A Coruña. Para estas tareas quedarían en plantilla, de forma indefinida, 114 empleados en A Coruña y 91 en Avilés.

El Gobierno se comprometió ayer a "trabajar" para que "todos los afectados" puedan ser recolocados, pero no garantiza, tal y como solicitan los representantes de los trabajadores en el texto del preacuerdo, el mantenimiento del 100% de los puestos de trabajo a partir del 1 de julio en caso de que no haya un comprador para las fábricas de Alcoa de A Coruña y Avilés.

La secretaria de Estado de Empleo, Yolanda Valdeolivas, indicó que ese compromiso de garantías solo figura en "un anexo ajeno" y que por tanto "no forma parte del preacuerdo" del ERE. El secretario general de Industria, Raúl Blanco, valoró un pacto que era, aseguró, "impensable hace unas semanas y mejora mucho la situación que se tenía".

La ministra de Industria, Reyes Maroto, mostró su satisfacción por el "buen" preacuerdo alcanzado entre Alcoa y los sindicatos y atribuyó a los ministerios de Industria y Trabajo el mérito de coordinar el proceso "desde primer día". El Gobierno continuará los contactos con posibles inversores interesados en comprar las fábricas, mientras avanza en el estatuto para la industria electrointensiva.

El PP gallego y el PSdeG valoraron ayer el acuerdo, que En Marea y BNG ven insuficiente.

Podemos volvió a pedir la intervención de las fábricas.

EL PLAN DE NATURGY PARA MEIRAMA

Este miércoles ha transcurrido como una jornada clave para la industria coruñesa y es que, junto con la noticia del preacuerdo sobre el ERE de Alcoa para sus fábricas de A Coruña y Avilés, conocíamos que Naturgy anunciaba que "reforzará su compromiso" con un planNaturgy alternativo al cierre de la central térmica de carbón de Meirama, noticia que adelantaba ayer LA OPINIÓNcierre central térmica de carbón de Meirama. La eléctrica responde a las críticas de la Xunta con la construcción de un parque eólico y un centro avanzado de gas renovable de 80 millones de euros en Cerceda.

Y es que la solicitud de cierre de la central térmica de carbón de Meirama, adelantada por LA OPINIÓNcentral térmica de carbón de Meirama, provocó ayer una dura crítica por parte de la Xunta de Galicia y una propuesta inmediata por parte de Naturgy (antigua Gas Natural Fenosa)Naturgy . Ante la petición formalizada por la compañía energética para la clausura de la planta de Cerceda en junio de 2020, el conselleiro de Economía, Emprego e Industria, Francisco Conde, acusó a la empresa de "dar la espalda" a la comunidad e "incumplir, una vez más" sus compromisos con Galicia. Conde también acusó al Ejecutivo de Pedro Sánchez de "liderar una transición ecológica que en estos momentos solo genera perjuicios para la economía". En la misma línea se expresó el vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda, y el portavoz parlamentario del PPdeG, Pedro Puy, al declarar que el cierre de la central "es una mala noticia en todos los sentidos".

Naturgy, por contra, señaló que su objetivo pasa por "reforzar su compromiso con Galicia" al anunciar el desarrollo de un plan energético alternativo en Cerceda de 80 millones de eurosCerceda , además de una inversión de 800 millones en Galicia durante los próximos cuatros años entre proyectos de gas y electricidad. Más información.