Las fábricas de Alcoa de A Coruña y Avilés cerrarán antes del 1 de julio, salvo que se logre su venta. La multinacional aluminera ofreció ayer, en el último día de negociación del ERE (expediente de regulación de empleo), aplazar el despido colectivo de los 686 empleados directos (369 en A Coruña y 317 en Avilés) hasta el 30 de junio y consignar 12 millones de euros por planta para financiar la mejora de instalaciones si llegara un comprador. En ese periodo, las fábricas reducirían al mínimo su actividad pero toda la plantilla cobraría igualmente su salario.

La propuesta requiere del acuerdo de la comisión negociadora, que en la medianoche de ayer seguía reunida. Si no hay acuerdo, la empresa tiene 15 días para tomar la decisión final y podría cerrar las plantas en cualquier momento. Si hay acuerdo sobre esta propuesta, Alcoa se marchará igualmente y las fábricas serán desmanteladas a no ser que otro grupo industrial esté dispuesto a comprarlas antes.

La multinacional propuso a los comités mantener la parada de las series de electrolisis, pero aceptaría proveer dinero para invertir en el rearranque de las cubas si se formaliza la entrada de un inversor antes del 30 de junio. En concreto, ofrece provisionar 12 millones de euros para cada planta para volver a arrancar las cubas. Los trabajadores pidieron 80 millones, 40 por planta. Los 24 millones de euros que ofrece la multinacional son pocos en relación a los 700 que la propia Alcoa estima que habría que invertir para poner a punto las dos factorías.

La firma estadounidense propuso así no aplicar el ERE temporal que planteaba anteriormente para casi 500 empleados. De esta forma, los 700 trabajadores seguirían en plantilla hasta el 30 de junio y la empresa les abonaría el salario íntegro y las cotizaciones tuvieran o no carga de trabajo.

Esta oferta de la multinacional estadounidense fue, según informaron fuentes sindicales, el punto de partida de la reunión que comenzó ayer a las 11.00 horas de ayer en la sede del Servicio Estatal de Empleo, en Madrid. En caso de no encontrar inversor, a 30 de junio la empresa aplicaría su propuesta inicial: prejubilaciones, traslados e indemnizaciones de 45 días por año trabajado, con un máximo de 24 mensualidades, según las mismas fuentes.

El comité de la factoría coruñesa, liderado por Juan Carlos López Corbacho se negó desde el primer momento de la crisis de Alcoa a negociar cualquier escenario distinto a a continuidad de las fábricas. La última propuesta de la empresa salva el empleo durante unos meses, pero también supone una sentencia de muerte para las factorías.

El comité de empresa de Avilés incidía ayer en que estaba centrado en "el tema económico de inversiones en las series" de electrolisis, el corazón de las factorías A Coruña y Avilés. "Seguimos luchando por el mantenimiento del empleo al cien por cien", añadió el presidente del comité, José Manuel Gómez de la Uz.

Reprobación de Maroto

El grupo parlamentario de En Marea registró ayer una moción no de ley para la reprobación de la ministra Reyes Maroto, a la que acusan de "inacción". La titular de Industria defendió que las conversaciones con Alcoa continúan y achacó a la "descapitalización de las plantas" a la caída de su rentabilidad. Además, Maroto aseguró que el Gobierno se ha dado un plazo de tres meses para evaluar cómo afrontar los altos costes energéticos de las industrias españolas, como piden Alcoa y otras compañías electrointensivas.

Las barricadas volvieron a arder ayer ante la fábrica de aluminio de A Grela, donde decenas de trabajadores se concentraron con el lema Peche non.