La perseverancia de Euskaltel en los últimos días para dar a conocer sus ambiciosos planes de futuro no puede desligarse de los rumores que también esta semana le acompañan a la sombra de Orange. La dueña del operador gallego R sacó pecho a través de comunicados y con una presentación en el Spain Investors Day de una previsión de incremento de negocio superior al 28% de aquí a 2022 y la entrada en nuevos territorios, para los que incluso prevé reactivar su marca gallega. "Consciente de nuestra fortaleza como compañía líder allá donde operamos, desde el grupo Euskaltel consideramos la ampliación hacia nuevos mercados como un paso natural en nuestro proyecto de consolidación como uno de los principales operadores españoles, situando siempre a nuestros clientes en el centro del negocio", destacó el consejero delegado, Francisco Arteche, en medio de un mensaje con referencias constantes a una "visión a largo plazo" y la "vocación de permanencia".

Posible OPA

El jueves transcendió que lo de Orange eran algo más que rumores. El gigante francés ha encargado a Credit Suise el análisis de una posible Oferta Pública de Adquisición (OPA) sobre Euskaltel, según publicó el portal especializado en información financiera Tmtfinance.com. Las acciones del operador del norte español reaccionaron ayer con un calentón muy fuerte en el parqué. Subieron un 9%.

Los títulos, que cotizan en el mercado continuo, cerraron a 8,12 euros, frente a los 7,45 euros de la jornada anterior. En algunos momentos de la jornada el alza fue todavía mayor, superior al 11%, con un pico en el valor de 8,285 euros.

El apetito de Orange, con la que precisamente Euskaltel tiene un acuerdo para el uso de su fibra, coincide con los movimientos de la firma británica Zegona para convertirse en el principal accionista del grupo español. Completó una ampliación de capital de 112,8 millones de euros y tiene acuerdos con Virgin Group y Barclays Bank para disponer de los fondos necesarios para pasar de su 15% actual en el accionariado de Euskaltel al 27,5% y superar a Kutxabank, que controla el 21,3%. Abanca, que nació con un 30% de la compañía fundada por Caixanova, conserva todavía un 4,481% del capital, que, al precio al que acabó ayer la cotización, tendría un valor de mercado de 65 millones de euros.

La venta de R a Euskaltel alcanzó los 1.155 millones de euros. Un año después, la compañía adquirió la asturiana Telecable por 686 millones. Tras culminar la integración de ambas firmas, en 2017 alcanzó una facturación de 622,2 millones de euros y un beneficio neto de 49,6 millones. El grupo dispone de más de 800.000 clientes y una plantilla de 705 trabajadores,