Con fecha de cierre ya para la histórica central térmica de Naturgy (antigua Gas Natural Fenosa) en Meirama, antes de julio de 2020, tras la decisión de la compañía de no acometer las obras necesarias para adaptarse a los nuevos límites fijados a partir de entonces a las emisiones de las instalaciones industriales, Galicia inicia la senda de la descarbonización. La de As Pontes sí se adecuará. Están en marcha las obras para alargar la vida útil. La cuestión es saber hasta cuándo se seguirá quemando carbón para producir electricidad en España. El viejo sueño de hacer sostenible la economía y, en general, la sociedad, va de la mano de los no pocos retos para que la transición no suponga un problema para el abastecimiento energético y no deje víctimas por el camino, sobre todo en lo que respecta al empleo. La clausura de la central gallega afecta a 77 empleados directos para los que Naturgy prevé recolocaciones y prejubilaciones. Pero hay otro centenar de trabajadores en empresas auxiliares que dependen exclusivamente de la actividad de la térmica. Para ellos, el Gobierno prepara "un plan urgente" que incluirá "formación" y "bolsas de empleo".

Lo anunció ayer Pedro Sánchez durante la puesta de largo de los planes de su ejecutivo para la Transición Ecológica del país, con los que se movilizarán unos 235.000 millones de euros en los próximos diez años. En ese marco, el presidente del Gobierno habló de las primeras medidas para mitigar la cascada de cierres de térmicas de carbón anunciadas en las últimas semanas. Junto con la de Cerceda, Naturgy ha solicitado la clausura de sus centrales de Asturias y León, al igual que ha hecho Iberdrola para todas las suyas.

En la lucha contra el cambio climático Pedro Sánchez lo tiene claro. Ayer lo reiteró. Apuesta por abordar "con ambición" una "transición urgente" hacia las renovables. Quiere a España "en primera línea", aunque consciente los temores que suscita el salto, trata de espantarlos apelando a la "transición justa", una especie de mantra que hasta ahora no tenía contenido. "No debe dejar desprotegido a nadie" y ahí incluyó las medidas para mitigar los cierres de centrales de carbón. "Hemos aprobado, gracias al empeño de la Ministra para la Transición Ecológica y a su sensibilidad, ayudas para las comarcas mineras y estamos preparando un plan de acción urgente de transición justa que incluye la formación de los trabajadores y la creación de nuevas bolsas de empleo para las comarcas afectadas", señaló.

Fuentes del Ministerio para la Transición Ecológica señalaron ayer que esa estrategia de transición justa será presentada próximamente. No obstante, lo más inmediato será el envió a la Comisión Europea del Plan Integrado de Energía y Clima 2021-2030, donde se fijarán los compromisos que asumirá España para que la Unión Europea cumpla con las metas de descarbonización.

Con la confirmación del cierre de Meirama, esperado desde que su nuevo presidente, Francisco Reynés, avanzó el pasado año que no se haría ninguna inversión que no implicara un retorno, Naturgy anunció un plan de alrededor de 80 millones de euros como compensación. Incluye la construcción en la zona de un parque eólico de 65 megavatios (MW) y una posible central de gas a partir de residuos todavía en estudio. Además, la compañía quiere ir de la mano de la Xunta para buscar posibles nuevas empresas que se asienten en los terrenos, aunque en San Caetano, muy duros con Naturgy por "incumplir una vez más sus compromisos con Galicia", aseguran que es la empresa la que debe hacer "propuestas concretas".