Los fondos activistas, que son los que toman posiciones en el capital de determinadas empresas e influyen de forma directa para conseguir cambios en la gestión o en decisiones corporativas, están en fase de expansión en los mercados financieros internacionales y batiendo cifras récords, tanto en capital invertido como en influencia en la gestión de las empresas, al aumentar su presencia en los consejos de administración. Estos fondos influyen, por ejemplo, en las decisiones que afectan a las retribuciones de los directivos de las empresas, los aumentos de capital, el reparto de dividendos, los cambios estructurales y las aceptaciones o rechazos de propuestas de fusión o adquisición.

El pasado año, según un informe realizado por el banco de inversión Lazard, 226 grandes empresas cotizadas en todo el mundo recibieron inversiones de estos fondos, una cifra que supera la registrada en 2017, cuando su presencia se limitaba a 188 empresas. La inversión superaba al cierre de 2018 los 65.000 millones de dólares (57.000 millones de euros), frente a los 62.400 millones de dólares (54.800 millones de euros) del año anterior, una cifra nunca alcanzada hasta ahora.

Están consiguiendo una presencia notable en los consejos de administración de las empresas en las que invierten, lo que incrementa su poder de influencia, hasta disponer actualmente de 161 puestos en los consejos, un 56% más que en el año anterior. Aunque el núcleo permanece estable a lo largo de los años, cada ejercicio aparecen en el mercado nuevos operadores con esta característica de invertir e influir en la gestión. El informe identificó el año pasado a 44 nuevos fondos frente a los 23 que aparecieron en 2017.

Centrados en el mercado financiero norteamericano, están ampliando su presencia en Europa, mercado que ya supone el 23% de sus actividades, con un total de 58 operaciones. Elliot, Value Act, Cevian Capital, Tirian Partners y Third Point son los fondos activistas más activos del mercado. En España su presencia es aún reducida, aunque el informa ha identificado a Oceanwood y Polygon como fondos activistas con posiciones en Liberbank y Realia.