La facturación de Arriva en Galicia alcanza los 21 millones de euros, cuenta con una flota de 225 autobuses y 300 empleados. La compañía mueve 5 millones de viajeros anuales, fundamentalmente en las provincias de A Coruña y Lugo a través de 11 concesiones y es el segundo operador de transporte escolar en la comunidad gallega.

- Acaba de ser nombrado director general de Operaciones de Arriva en España. ¿Cuáles son sus objetivos?

-En Galicia, en los últimos años, casi hemos duplicado nuestro tamaño. Nuestro objetivo en España también es duplicarlo.

- ¿Y en Galicia?

-También vamos a apostar por mantenernos y crecer.

- ¿El crecimiento estará en Pontevedra y Ourense?

-Nuestra implantación ahora mismo está en las provincias de A Coruña y Lugo, aunque sí tocamos Ourense (línea A Coruña-Ourense) y Pontevedra (línea Lalín-A Coruña), pero no descartamos nada.

- ¿De qué depende crecer?

-Los concursos públicos son una forma de crecer y si generas sinergias, puedes hacer ofertas atractivas. Estamos abiertos a cualquier alternativa porque somos un operador de movilidad. Arriva en Europa tiene autobuses, barcos, ambulancias, tranvías... La idea es que en Galicia y en España la gente empiece a ver a Arriva como un operador de movilidad y no solo como una empresa de autobuses.

- ¿Qué balance hace de la entrada de los autobuses metropolitanos al centro de A Coruña?

-Tenemos pendiente unificar esa entrada para beneficiar a los usuarios, dado que ahora unos buses van a la plaza de Pontevedra y otros a Entrejardines. En las reuniones bilaterales que mantuvimos, la Xunta estaba de acuerdo y el Ayuntamiento inició un proceso de información pública. Creemos que a mediados de este año ya se podrá poner en marcha. La idea es que los autobuses de Arteixo, tanto los que vienen por la avenida de Arteixo como los que vienen por la avenida de Finisterre, lleguen todos a la plaza de Pontevedra y tengan las mismas paradas.

- La movilidad es uno de los grandes retos de las ciudades.

-El futuro está en que haya intermodalidad y coordinación entre los transportes para reducir los turismos de las ciudades. Para lograr esto, es necesario proporcionarle seguridad y fiabilidad al viajero, asegurarle que va a llegar a tiempo a su centro de trabajo o estudio. También es necesario apostar por desarrollar aparcamientos disuasorios en las afueras y que a las personas que utilicen el transporte público les salga gratuito el parking.

- ¿Y la Galicia interior?

-Ahora hay una oportunidad estupenda para hacer un plan autonómico de movilidad acorde a los tiempos. Tener líneas hoy en el Eje Atlántico es fácil, pero también hay una población muy importante en otras zonas de Galicia que hay que atender y para eso están nuevas modalidades de transporte a la demanda, servicios compartidos, etc. Por eso nosotros optamos a ser una empresa de movilidad, para que el usuario tenga varias opciones para viajar. Un ejemplo, en Arriva coordinamos buses para hacer billetes combinados dentro de nuestra red.

- ¿Sería importante un empujón a la intermodal en A Coruña?

-Sí, pero hay que hacerla con sentido. Los diseños de las estaciones a veces no tienen en cuenta cuestiones funcionales, como que las plataformas de los autobuses para personas con movilidad reducida necesitan más espacio. Por ejemplo, en la de Santiago hicimos alegaciones en ese sentido y modificaron el modelo.

- ¿Qué le parece el proyecto coruñés de estación intermodal?

-Es ambicioso. Lo que me preocupa de este proyecto es la ubicación de los buses durante el tiempo intermedio entre expediciones. Tendremos que buscar alternativas en las cercanías. Ese es un problema que vamos a tener las empresas, porque cuanto más lejos estén esas zonas en las que dejar los autobuses, más horas de conducción, más horas de trabajo y más costes.

- ¿No lo resuelve el proyecto?

-El proyecto en sí no, y habrá que buscar alternativas.

- ¿El bus sale perjudicado?

-Inicialmente sí, pero cuando en su día hicieron la actual estación de bus de A Coruña, todo el mundo decía que no era el sitio ideal porque estaba en las afueras y ahora, con el crecimiento poblacional de la ciudad, nos encontramos con que está bastante bien situada. El tiempo nos dirá si acertamos o no.

- De todos modos, el futuro viene por ahí. Bueno, el presente.

-Totalmente, es intermodal. Las ciudades tendrían que hacer políticas de discriminación positiva para incentivar que los vehículos de alta capacidad tengan unos buenos accesos, la tecnología lo permite. Por ejemplo, en Alfonso Molina podría habilitarse un carril central por el que solo pudiesen circular vehículos que llevan más de dos personas, taxis y autobuses a unas horas determinadas, por ejemplo, entre 8 y 10 de la mañana, y eso con cámaras es posible. La entrada de los buses metropolitanos a la ciudad ha propiciado un incremento de viajeros. Eso es porque han dejado su turismo en casa y las políticas deben ir en esa línea. Para ello, las distintas administraciones tienen que coordinarse.

- ¿Hablamos de prolongar el carril bus fuera de la ciudad?

-Yo no le llamo carril bus, sino de alta capacidad o carril VAO, porque no debe limitarse solo al bus. Si en un vehículo van más de dos personas, podrían usar este carril, porque así se incentiva que un coche menos circule en la ciudad. La entrada de los autobuses metropolitanos al centro de la ciudad está siendo todo un éxito: esta iniciativa que arrancó en A Coruña debe extrapolarse a más ciudades.

- ¿Empresas como Blablacar son competencia?

-No digo que no tengan que existir, pero tenemos que competir en igualdad. Nosotros tenemos unos costes y unas obligaciones fiscales mucho mayores.

- ¿Qué opina de la plataforma que solicita el peaje gratuito entre A Coruña y Ferrol?

-Una buena alternativa para abaratar costes podría ser que el transporte público no tuviese que pagar los peajes y así podríamos ofrecer billetes más económicos. Sería bueno que la administración apostase por ello para fomentar el uso del transporte público. Nosotros ya hacemos descuentos importantes para los usuarios a través de bonos, que alcanzan hasta el 50%. Además, también hay ayuntamientos que le costean a los estudiantes parte del billete, lo que se suma a nuestros descuentos.

- ¿Se habla del coche eléctrico, ¿y el autobús eléctrico?

-El coche eléctrico ha avanzado mucho, pero en el campo de los autobuses le falta bastante por avanzar. También es cierto que la evolución de los motores diésel ha cambiado muchísimo, disminuyendo la contaminación. Pero también es cierto que por cada pasajero y medio que usa el autobús es un turismo que se queda en casa, así que si conseguimos incentivar la utilización del autobús contaminaremos menos. Es verdad que la tecnología ha avanzado, pero los autobuses eléctricos tienen el problema de la autonomía. En las ciudades en las que están funcionando tienen una autonomía media de 300 kilómetros. También los híbridos están implantándose en muchas zonas.

- ¿La Arriva del 2030 o del 2040 será 100% eléctrica?

-Seguramente sí, si no surge otra fórmula menos contaminante. En algunas ciudades de Europa ya estamos operando con vehículos eléctricos. Creo que cada vez se tenderá a que el turismo privado exista en menor medida. De hecho, las Smart Cities fomentan el uso del transporte público, es el futuro. Tenemos que concienciarnos de que el transporte público es tan necesario como lo es hoy día la electricidad. Hoy no concebimos una casa sin electricidad, de igual forma las ciudades tienen que contar con un transporte público atractivo para ofrecer esa movilidad al usuario y alternativas para desplazarse.

- Ustedes lideran la primera experiencia ferroviaria privada en el transporte de pasajeros con su proyecto para explotar la conexión entre A Coruña y Oporto.

-Los plazos se están cumpliendo, aunque no tan rápido como nos gustaría. Ahora acaba de solicitar la CNMC los estudios económicos de viabilidad, ya que ha habido alegaciones por parte del operador actual, Renfe, y esperamos que todo llegue a buen término y nos den la autorización para operar.

- Si todo marcha bien, ¿cuándo empezaría a funcionar?

-La idea es este año.

- ¿En 2 horas y 48 minutos?

-Ese tiempo será posible cuando estén electrificados los tramos que faltan en Arcade, Guillarei, este último ya ha sido licitado, y otro en Portugal. Seguramente habrá que operar con una máquina híbrida hasta que estén electrificado s.

- ¿Y la previsión de viajeros?

-Entre el norte de Portugal y Galicia hay 11,2 millones de desplazamientos al año, de los que el automóvil acapara el 89,6%. El resto se mueve en autobús y tren, pero la línea ferroviaria Vigo-Oporto solo está captando 120.000 viajeros. Nuestro estudio apunta a que la demanda estaría entre los 360.000 y los 800.000 viajeros. En este sentido, Arriva aporta una red de intermodalidad muy importante, ya que contamos con una flota de 230 autobuses en el norte de Portugal, que se suman a nuestra presencia en Galicia, con lo que los usuarios podrían moverse en toda esta red combinando bus y tren.

- ¿Serán billetes más baratos que los de Renfe?

-Serán competitivos, sí.

- ¿Qué significará la puesta en marcha de esta línea?

-Como gallego me siento orgulloso de que la empresa a la que represento haya apostado porque su primer proyecto de ferrocarril en España sea en Galicia. Además, es muy ilusionante ver que el bus y el tren trabajan coordinadamente. También contribuirá a vertebrar la Eurorregión y favorecerá los intercambios entre empresas, universidades, el turismo, etc. Fomentará la cooperación entre dos territorios a los que les faltaba esa conexión.