La junta directiva del grupo Renault se reunió ayer, a petición del Gobierno francés, para estudiar la sustitución definitiva de Carlos Ghosn al frente del consorcio automovilístico, tras ser acusado en Japón de un supuesto caso de evasión fiscal y de malas prácticas. El grupo galo asegura que está revisando la dirección de la empresa y buscando la mejor solución para el futuro de la misma tras la detención del directivo por no informar supuestamente sobre su salario real durante ocho años y por transferir pérdidas de inversión personal a Nissan Motor.

La ejecutiva de Renault y el Gobierno francés se reunieron este jueves con el consejero delegado de Nissan, Hiroto Saikawa, en Japón para valorar los posibles candidatos para reemplazar a Ghosn en la presidencia de Renault.

En paralelo, el diario financiero Nikkei publicaba ayer que el Ejecutivo luso ha hecho llegar al de Japón su deseo de que haya una fusión entre Renault y Nissan Motor. En una información fechada en París sin fuentes identificadas, Nikkei señala que esa intención fue trasladada a altos funcionarios japoneses en los últimos días por Martin Vial, consejero de Renault designado por el Gobierno francés.

París, según esa misma información, quiere que las dos compañías automovilísticas se integren en una sola corporación, un paso más allá de la alianza actual que mantienen estas dos firmas y el también fabricante de automotores nipón Mitsubishi Motors. Nissan Motor ha venido resistiendo presiones para fusionarse con Renault, entre otras razones porque implicaría un papel mayor sobre Nissan del Estado francés, accionista mayoritario de Renault (15,01%), según el último informe anual disponible, el de 2017, que a su vez controla el 43,4% de Nissan.