Las importaciones de aluminio se duplicaron desde 2010 en Galicia. Aquel año entraron 111.570 toneladas, mientras que en 2018 llegaron el doble: 203.418 a falta de añadir el dato de diciembre, según el último balance del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo. El puerto de Vigo es uno de los principales receptores de aluminio, al igual que el de Vilagarcía de Arousa, por lo que los trabajadores coruñeses de Alcoa tienen previsto concentrarse en ambas autoridades portuarias el próximo 2 de febrero para denunciar esta situación. Mientras crece la importación de una mercancía procedente de Rusia y otros países que se apila en el muelle vigués, generando un problema de falta de espacio, la multinacional Alcoa recorta la producción en sus factorías de Avilés y A Coruña en un 63%.

El comité de empresa coruñés, presidido por Juan Carlos López Corbacho, considera que se debe a "la ausencia de una política que regule los flujos comerciales" de esta industria. También solicita que se "potencie la producción autóctona para fabricar en igualdad de condiciones y precio" frente a la "competencia desleal".

El coste de la energía en España es uno de los factores que propician esta desventaja, y no hace falta salir de la UE para constatarlo. "No puede ser que el precio del megavatio por hora en Francia sea de 25 euros y aquí esté rozando los 70", dijo ayer Luís Villares, portavoz de En Marea. Villares reclamó al Gobierno central un nuevo marco regulatorio para las empresas electrointensivas, "como Alcoa o Ferroatlántica", que permita evitar la competencia desleal.

En este sentido volvió a pronunciarse ayer el conselleiro de Economía, Emprego e Industria, Francisco Conde, y también el secretario general del PPdeG, Miguel Tellado. "El Gobierno central debe reaccionar de una vez y fijar un marco energético estable, de lo contrario no habrá comprador", señaló Tellado en referencia al periodo pactado por la empresa y los trabajadores de Alcoa en A Coruña y Avilés para buscar un inversor antes del 1 de julio. La primera movilización de los empleados de Alcoa tras la votación del pasado lunes se detiene hoy a las 18.00 horas en la Delegación del Gobierno con el propósito de "reclamar una regulación urgente del Estatuto para las Electrointensivas". Es decir, medidas para abaratar la luz a la industra de gran consumo energético.

Antes, a las 13.00 horas, el comité de empresa de la factoría coruñesa se reunirá con el alcalde, Xulio Ferreiro, para solicitarle que el Gobierno municipal se implique también en la búsqueda de un proyecto industrial para Alcoa.

El futuro de las factorías de A Coruña y Avilés provocó ayer una polémica en la comunidad vecina entre la portavoz de Podemos Asturias, Nuria Rodríguez, y la alcaldesa avilesina, la socialista Mariví Monteserín. Rodríguez insiste en que los Presupuestos Generales del Estado incluyan una partida de 150 millones para las plantas de Avilés y A Coruña, una demanda similar a la aprobada anteayer por el Parlamento gallego.

La alcaldesa de Avilés, Mariví Monteserín, señaló, por su parte, que no entiende "el condicionante" de Podemos de incluir 150 millones en los Presupuestos para intervenir Alcoa, y apoyar de esta manera con su voto los presupuestos estatales. "Parece una de esas cosas extrañas que hace esta formación y que no tiene mucho sentido en estos momentos", afirmó. "Lo primero de todo en el proceso de Alcoa es hacer lo previsto con todos los actores implicados, que es buscar un proyecto industrial que mantenga el empleo y genere más empleo", aseveró Monteserín.