El corazón de Alcoa en A Coruña se parará de forma programada a lo largo del mes de febrero. Los trabajadores de fábrica de aluminio de A Grela y los responsables de la empresa mantuvieron ayer una reunión para organizar la ejecución de la "parada ordenada de las cubas electrolíticas" -en las que se produce el metal- prevista en el acuerdo del ERE (expediente de regulación de empleo) aprobado esta semana. El apagado comenzará dentro de nueve días y se completará en febrero. Una vez concluido este proceso, la factoría reducirá su consumo eléctrico más de un 90%, por lo que la multinacional tendrá que renunciar a las primas eléctricas que se adjudicó para su centro de A Grela en la última subasta de interrumpibilidad, en la que el Gobierno repartió los incentivos a la industria electrointensiva para el primer semestre del año.

Una portavoz oficial de Alcoa confirmó a este periódico que "casi todo el consumo eléctrico de la fábrica corresponde al proceso de electrolisis" y que por tanto, al desenchufar estas series, la fábrica no podrá prestar el servicio de interrumpiblidad para el que le fueron asignados los bonus eléctricos y tendrá que renunciar a la compensación económica.

El presidente del comité de empresa de la aluminera en A Grela, Juan Carlos López Corbacho, cifra en un 95% el consumo eléctrico de la electrolisis en el global de la fábrica. El representante de la plantilla concreta que el próximo día 4 se iniciará la parada de la serie 1 y a la semana siguiente, el día 11, la segunda línea. De esta forma, los trabajadores prevén completar el apagado a mediados de mes, con margen suficiente respecto al límite del 28 de febrero que marca el acuerdo. Si las cubas electrolíticas no están paradas por causa imputable a los trabajadores, a partir del 1 de marzo la empresa estaría "facultada para ejecutar el despido colectivo con carácter inmediato", sostiene el acuerdo, que establece también que si se cumple el plazo cada empleado recibirá 3.000 euros extra en la nómina siguiente.

Las cubas de electrolisis -en las que se produce el aluminio primario a partir de la alúmina- alcanzan una temperatura de 970 grados, para lo que es necesaria una ingente cantidad de electricidad. Los operarios realizarán un enfriamiento lento para evitar su rotura, de forma que sean recuperables si un inversor compra la planta para reanudar la fabricación del metal.

La misma situación se dará en la planta de Avilés (Asturias), igualmente afectada por el ERE con una parada programada de la producción. Alcoa solo seguirá fabricando aluminio primario en España en San Cibrao (Cervo, Lugo), pero Red Eléctrica de España (REE) no permite transferir a otra planta los lotes adjudicados en la subasta. "Hay un reglamento y Alcoa cumplirá ese reglamento", zanja la firma respecto a la pérdida de las primas eléctricas en A Coruña y Avilés.

Red Eléctrica explica que la fábrica debe "mantener disponible el recurso asignado en la subasta" para poder cobrar por el servicio de interrumpibilidad. En la última puja, celebrada en diciembre, la planta de Alcoa en A Coruña logró dos bloques de 40 megavatios-hora (MWh) y según el comité de empresa completó la asignación con bloques de cinco hasta alcanzar los 100 MWh. Alcoa se comprometió así a reducir su consumo en A Grela en 100 megavatios hora en cualquier momento que REE se lo solicitase entre el 1 de enero y el 30 de junio de este año. A partir del próximo mes, no podrá cumplir ese compromiso puesto que la demanda de energía de la factoría bajará de los 165 MWh habituales a menos de 20.

Los resultados de la subasta, en la que concurrieron 124 empresas electrointensivas, son confidenciales, pero trascendió que Alcoa logró 400 megavatios de los 2.600 que había en juego, con 21 millones de euros en primas. La multinacional se quejó de una caída del 40% respecto a convocatorias anteriores.

Los lotes de grandes (de 40 MWh) son los mejor remunerados y se subastaron a un precio medio de 105.429 euros MW y año. Los dos lotes conseguidos para A Coruña para cubrir el primer semestre suponen 4,2 millones de euros, que se suman a la asignación de los bloques menores. Ahora Alcoa tendrá que renunciar a esta primas.

El acuerdo del ERE para las plantas de A Coruña y Avilés (Asturias) da de plazo hasta el 1 de julio para conseguir una alternativa (la venta o la reindustrialización), un proceso en el que la compañía acepta la colaboración del Gobierno. Si no se logra la venta, las dos fábricas continuarán solo con la parte de función y reducirán un 70% su plantilla (actualmente de unos 400 empleados en A Coruña y 300 en Avilés). En ese momento, los afectados serían prejubilados (los mayores de 53 años), recolocados en San Cibrao (un máximo de 106) y, el resto, despedidos.