Miles de personas -unas 4.000 según la organización- se manifestaron ayer en Santiago en una marcha convocada por la Confederación Intersindical Galega (CIG) bajo el lema Por unas pensiones dignas y garantizadas, a la que también se han sumado colectivos de emigrantes retornados y los marineros que trabajaron en Noruega de la asociación Long Hope y reclaman a este país sus pensiones.

"Queremos empleos, salarios y pensiones dignas, y estas demandas pasan en primer lugar por reclamar la derogación de las reformas laborales y de las reformas de las pensiones de 2011 y 2013", aseguró el secretario general de la CIG, Paulo Carril, al cierre de la manifestación. El líder del sindicato apuntó que tener "unas condiciones de vida dignas" pasa por "una pensiones decentes" y que, cuanto más se demore la aplicación de estas reformas, "mayor será el deterioro social".

Por otro lado, cerca de 300 personas participaron en el homenaje de la CIG a Suso Seixo, el que fue secretario xeral del sindicato durante 16 años, con motivo de su jubilación. Carril reivindicó que "Suso es de esa generación de compañeros, que con enormes sacrificios, penalidades y en la más absoluta adversidad, hicieron posible levantar el sindicalismo nacionalista con clara vocación de hacerlo hegemónico en todos los centros de trabajo del país".