El PP ha avanzado presentará en el Congreso una proposición de ley para devolver al Gobierno las competencias para regular los vehículos de turismo con conductor (VTC), licencia bajo la que operan firmas como Uber o Cabify, en una única ley para todo el país. Así lo anunció ayer su portavoz en la Cámara Baja, Dolors Montserrat, y su secretario general, Teodoro García Egea, a la entrada de la Diputación Permanente, en la que los populares exigen las explicaciones de los ministros de Fomento, José Luis Ábalos, y de Interior, Fernando Grande-Marlaska, sobre el conflicto entre el taxi y las VTC. El presidente del partido va más allá y apuesta por que ambas actividades convivan en un modelo más liberalizado para los taxistas, que incluya un fondo para la recompra de sus licencias. "Hemos propuesto que además de liberalizar el taxi, haya una bolsa, que se vaya pagando con impuestos al VTC, para que esas licencias se puedan recomprar", aseguró Pablo Casado en una entrevista en Antena3, recogida por Europa Press.

La portavoz del PSOE en el Congreso considera que el PP defiende devolver al Gobierno las competencias en las VTC porque "es incapaz de gobernar Madrid". "¿Por qué se elaboró un decreto ley? Porque no es la misma realidad la de Madrid, que la de Cataluña, Asturias o Valencia, o las distintas ciudades porque son realidades muy distintas, las de los taxis y las de las VTC", aseguró Adriana Lastra, que defiende que tanto el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, como su ministro de Fomento, José Luis Ábalos, "asumieron su responsabilidad" ante el conflicto del taxi elaborando un decreto ley que, subrayó, fue convalidado por la propia Cámara Baja. Precisamente Ábalos comparecerá el jueves en el Congreso para explicar la postura del Gobierno sobre los paros indefinidos que desarrollan en Madrid el sector del taxi. Ayer fueron desalojados del plante en Paseo de la Castellana y por la tarde se concentraron en la Puerta del Sol.

Uno de sus representantes, Alberto Álvarez, alias Tito, de Élite Taxi Barcelona, suscitó ayer una oleada de enfado por sus palabras ayer asegurando que el sector del taxi está "alucinando" con que un ministro de Interior como Fernando Grande-Marlaska, "de izquierdas y gay" haya mandado "reprimir" la protesta de taxistas ayer en Madrid. El PSOE calificó de "desagradables" y "retrógadas" sus palabras.