Los trabajadores de la fábrica de aluminio primario de Alcoa en A Coruña trasladaron ayer su reivindicación a los puertos de Vigo y Vilagarcía de Arousa, donde se concentraron para protestar contra la entrada "masiva" de aluminio de otros países a través de estas dársenas. La plantilla, que ha conseguido retrasar a julio la aplicación del despido colectivo en espera de un comprador para la factoría de A Grela, exige al Gobierno medidas proteccionistas para preservar la actividad de la industria en España, donde Alcoa tiene actualmente el monopolio de la producción de aluminio primario, en sus fábricas de San Cibrao (Cervo, Lugo), A Coruña y Avilés (Asturias), estas dos últimas amenazadas de cierre.

"Es una preocupación muy grande que a nosotros se nos trate de cerrar la producción de aluminio primario y vemos en la prensa la entrada de aluminio externo de otros países que están produciendo en una competencia completamente desleal con nosotros", señaló ayer en Vigo el presidente del comité de empresa de Alcoa, Juan Carlos López Corbacho.

En la concentración, que comenzó a las 10.30 horas en el puerto vigués, participaron un centenar de personas. Los empleados de la multinacional aluminera portaban una pancarta con el lema Peche non, enerxía solución. Los manifestantes fueron recibidos por el presidente de la Autoridad Portuaria de Vigo, Enrique César López Veiga, quien les explicó que la procedencia del aluminio que entra por el puerto es principalmente de países como Arabia Saudí o Mozambique.

Tal como señalaron los empleados de la multinacional, López Veiga también afirmó que en Vigo se descargan 150.000 toneladas de aluminio al año, de las cuales el 95% es para consumo interno. En este sentido, López Corbacho explicó que cada año entran a España un total de casi 300.000 toneladas de aluminio, "la mayoría por Vigo, Vilagarcía y otros puertos como Marín". "Solo en Vigo se recibe prácticamente la misma cantidad que se produce en la fábrica de Avilés en un año", apuntó.

"Existe una demanda real de aluminio primario. No entendemos por qué se cierran las fábricas si es necesario este material", afirmó a Europa Press el delegado de la Confederación Intersindical Galega (CIG) en Alcoa, Julio Moskowich.

Tras esta reunión, parte de los manifestantes se trasladaron a Vilagarcía, donde, a partir de las 12.30 horas, casi 70 personas protestaron por la misma causa en el puerto de esta localidad pontevedresa. Entre las peticiones de los trabajadores, el presidente del comité de empresa destacó la necesidad de "más regulación" ya que, a su juicio, la normativa de la Unión Europea es "muy exigente" mientras que "estos países introducen en España su aluminio sin ninguna contemplación, produciendo de manera completamente desleal".

"Sabemos que en esos países la regulación que se les exige en el ámbito de las energías eléctricas como medioambientales no tiene nada que ver con las condiciones que nos hacen cumplir a nosotros desde la Unión Europea", sentenció López Corbacho.