El acuerdo sellado el pasado mes entre trabajadores y empresa para el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) de Alcoa en A Coruña y Avilés (Asturias) comienza a ponerse en práctica. La factoría coruñesa inició ayer el proceso de "parada ordenada" de la electrólisis, con el que la planta dejará de producir aluminio primario a finales de la próxima semana. Las cubas quedarán en un estado de hibernación, a la espera de ser reactivadas por un comprador que debe aparecer antes del 1 de julio para evitar el despido colectivo. La ministra de Industria, Reyes Maroto, se reúne hoy con los trabajadores en A Coruña y ayer avanzó, en una visita a Vigo, que "ya se evalúan ofertas" de compra para Alcoa. Los comités de empresa de ambas fábricas participan hoy en Madrid en la primera reunión institucional tras el acuerdo del ERE, una mesa a la que se sientan sindicatos, representantes de la multinacional, Ministerio de Industria, Xunta y Principado.

La ministra puso por delante que el objetivo es garantizar que la empresa que compre sea "competitiva", por lo que se analizarán los puntos clave para la mejora y modernización de las fábricas. Maroto defendió que, pese a que hubo "influencias ajenas a los intereses de los trabajadores" de Alcoa en relación al cierre proyectado el pasado noviembre, ya se trabaja con políticas de activas de empleo para la recolocación de algunos trabajadores, entre otras medidas.

La titular de Industria indicó que la meta es mantener el mayor número posible de empleos y recordó que el ministerio se ha comprometido a ayudar en la búsqueda de un inversor o en el mantenimiento de las plantas, en el caso de que se mantenga la actividad productiva. Además, señaló que el Estatuto de Consumidores Electrointensivos, uno de los requisitos para tener un nuevo inversor y una medida urgente a juicio de los trabajadores, ya está en consultas públicas. En este sentido, Maroto manifestó su confianza en que, con esa medida y la mejora del contrato de relevo, el posible inversor -o Alcoa, en el caso de que decidiera mantener la actividad productiva- pueda tener una herramienta de flexibilización.

Adicionalmente, Maroto aseguró que "no entiende las críticas de la Xunta" a la gestión, ya que el Gobierno gallego también "forma parte del acuerdo institucional". En esta línea, la ministra también destacó que aunque en principio los trabajadores iban a perder su empleo en noviembre, no ha sido así.

El acuerdo del ERE pospone al 1 de julio los despidos, prejubilaciones y recolocaciones, en espera de que aparezca un comprador. Entretanto, Alcoa ejecuta las medidas pactadas para minimizar la actividad de sus fábricas de A Coruña y Avilés, en las que cesará la producción de aluminio primario este mismo mes para continuar solo con las fundición, actividad minoritaria en ambas plantas que solo servirá para mantener el 30% del empleo en A Grela a partir de julio.

La plantilla coruñesa inició ayer la parada de la serie 1 de electrolisis, con 128 cubas de las que ya solo estaban activas 50. El proceso consiste un enfriado lento (cada cuba tiene capacidad para producir siete toneladas de aluminio líquido a una temperatura de hasta 970 grados) para evitar la rotura. La operación estará lista en tres días, de forma que en la madrugada de mañana quedarán desconectadas, según el presidente del comité de empresa, Juan Carlos López Corbacho.

La parada se completará la próxima semana, entre el lunes y el martes, con la serie 2, que tiene 120 cubas electrolíticas en funcionamiento de un total de 144. La electrolisis es el corazón de la fábrica de aluminio. Los trabajadores se han comprometido a realizar la parada antes del 1 de marzo. De lo contrario, Alcoa podrá ejecutar despidos.