El Banco de Inglaterra redujo hoy medio punto, hasta el 1,2 %, la previsión de crecimiento de la economía del Reino Unido este año, frente al 1,7 % pronosticado el pasado noviembre, el ritmo más bajo desde 2009.

El banco central rebajó asimismo, a un 1,5 %, la previsión de expansión en 2020, debido a "la intensificación" de la incertidumbre sobre el "brexito salida del país de la Unión Europea (UE) y la ralentización de la economía global, indicó en un comunicado.

Ante la rebaja de las expectativas económicas, la libra esterlina cayó un 0,6 % frente al dólar, hasta 1,285 dólares, y un 0,3 % ante el euro, hasta 1,134 euros.

"La niebla del 'brexit' está causando volatilidad a corto plazo en los datos económicos y, más fundamentalmente, provoca una serie de tensiones", declaró el gobernador, Mark Carney, al presentar en rueda de prensa el informe periódico de la institución sobre estabilidad financiera.

Carney subrayó que la "confianza del consumidor bajó otra vez en enero" y recordó que las inversiones empresariales se han reducido desde el voto por el "brexit" en el referéndum del 23 de junio de 2016.

El Banco de Inglaterra anunció hoy también su decisión de mantener intactos los tipos de interés, en el 0,75 %, así como su programa de estímulo económico, a la espera de ver los efectos de la salida británica de la UE, prevista para el 29 de marzo.

La entidad no varió tampoco su programa de estímulo económico, con el que desde la crisis financiera de 2009 ha destinado 445.000 millones de libras (506.000 millones de euros, al cambio de hoy) a la compra de bonos de deuda privada y, sobre todo, soberana.

El banco central inglés auguró que la inflación, que se situó en un 2,1 % en diciembre, seguirá disminuyendo a corto plazo hasta situarse por debajo de su objetivo oficial, del 2 %.

En el comunicado, la entidad precisa que las perspectivas para la economía británica dependerán "significativamente de la naturaleza de la salida de la Unión Europea".

En la nota cita, en particular, "los nuevos arreglos comerciales entre la UE y el Reino Unido; si la transición hacia éstos es abrupta o suave y cómo los hogares, empresas y mercados financieros responden".