El grupo de distribución Dia -el tercero más relevante en España, con 218 supermercados en Galicia, de los que la mitad son franquicias, y 1.300 empleados entre establecimientos propios y los franquiciados- afronta el trimestre más decisivo en sus 40 años de historia. En situación legal de disolución tras haber incurrido en pérdidas de 352 millones en 2018 y haber situado su patrimonio neto en 166 millones negativos, el consejo y la dirección del grupo siguen decididos a acometer la ampliación de capital que por 600 millones se comprometieron a realizar antes de abril para que la banca siga respaldando y refinanciando la sociedad.

Pero, además de convencer a los inversores y transmitir al mercado la credibilidad del plan de viabilidad que lideran (la ampliación está asegurada en todo caso por Morgan Stanley), los gestores afrontan otros escollos.

Uno es la oferta pública de adquisición de acciones (opa) anunciada por el mayor accionista de la empresa, el inversor ruso Mikhail Fridman, dueño del 29%, y que pretende hacerse con el 100% de la sociedad o con al menos el 64,5% a un precio de 0,67 euros por acción (ayer cerró en Bolsa a 0,6656). La oferta ha indignado a los minoritarios, muchos de los cuales entraron a precios muy superiores en un valor que debutó en Bolsa en 2011 a 3,5 euros y por el que el inversor ruso pagó en el último año hasta 3,7 euros por los paquetes de acciones que adquirió desde su entrada en 2017.

A la opa se suman movimientos preparatorios de posibles contraopas de varios grupos que han sindicado sus acciones, lo que sugiere que, a los actuales precios, considerados de saldo, podrían intentar hacerse con el dominio del grupo. El problema de Dia es que, con una deuda de 1.452 millones (506 más que en 2017) y con vencimientos de unos 1.200 millones en seis meses, no tiene tiempo para que se abra una refriega de opas y contraopas salvo pacto de los pretendientes con la banca. La merma del negocio (fue la cadena que más cuota de mercado perdió en 2018 en España, según la consultora Kantar Worldpanel, un 7,5% tras ceder siete décimas) exige una actuación rápida para relanzar las enseñas, renovar el negocio y actualizar formatos.

Las denuncias al fiscal de exdirectivos por supuesto fraude, el conflicto con franquiciados y las reclamaciones de Brasil suman más frentes. Y el anuncio de despido de 1.200 de los 26.693 trabajadores en España agita a la plantilla. Además, el sindicato CCOO alertó ayer de que en el proceso de despido puede afectar en mayor medida a los empleados que provienen de la marca El Árbol, al tratarse de personal con más antigüedad laboral reconocida, que vive "momentos de zozobra" .

La ventaja es la aún fuerte implantación del grupo y que equipo rector, banca y accionistas (Fridman y los socios que se han concertado, así como Goldman Sachs, que amplió su peso al 5,69%, y Marshall Wace, que declaró el 1,69%) dicen creer en que, tras la noche, volverá el amanecer de Dia.