Repsol obtuvo un beneficio neto de 2.341 millones de euros en 2018, un 10,4 % más respecto a 2017, un ejercicio en el que los problemas en Venezuela le llevaron a hacer provisiones por 1.159 millones y redujo a 456 millones su exposición al país. Descontada la variación del valor de las existencias, el beneficio habría sido de 2.352 millones de euros, también un 10% más, mientras que el resultado bruto de explotación (ebitda) sumó 7.513 millones de euros, el 11,8 % más, según las cuentas de la compañía.

La firma alcanzó ya los 810.000 clientes de electricidad y gas en España, tras elevar en poco más de tres meses un 8% la cartera de 750.000 clientes que incorporó con la compra de activos de Viesgo, parte de ellos en Galicia. El grupo acelera así el desembarco que llevó a cabo el año pasado en el negocio de comercialización de electricidad y gas, a través de su filial Repsol Electricidad y Gas. La compañía ha utilizado como palanca su red de estaciones de servicio, más de 3.400 en el país, como canal comercial.

Esto ha permitido sumar 750 clientes nuevos diarios. El crecimiento más importante se ha producido en Madrid, Cataluña, Andalucía, Castilla-La Mancha y Comunidad Valenciana, comunidades donde no era tan importante la presencia de Viesgo, especialmente presente en Cantabria, Galicia -derivada de la antigua compañía eléctrica lucense Begasa- y Asturias. El objetivo es alcanzar 2,5 millones de clientes (5% de cuota de mercado) en 2025.