KPMG, la consultora que analizó la fusión de las antiguas cajas gallegas por encargo de la Xunta, vuelve a tener otra petición importante del Gobierno gallego. En este caso, debe sondear el mercado nacional e internacional con la misión de localizar a los mejores candidatos para la compra de Alcoa.

La venta de las plantas de A Coruña y Avilés tiene que materializarse antes del próximo 1 de julio, tal como figura en el acuerdo entre la empresa y los trabajadores, por lo que ya solo quedan cuatro meses. El mantenimiento de la actividad industrial y el empleo en las fábricas de aluminio depende de este objetivo. Por tanto, los Gobiernos gallego y asturiano buscan comprador contra reloj, el primero a través del Igape y el segundo por medio de una oficina, "Asturias Industrial", inaugurada el pasado 28 de febrero. En el caso asturiano, la creación de este departamento contó con la presencia de la ministra de Industria, Reyes Maroto, y del presidente del Principado, Javier Fernández. Asturias también ha contratado una consultora que acompañe este proceso, el cual puede consumar la venta de las plantas de forma conjunta o por separado.

El próximo 11 de marzo, en Madrid, tanto la Xunta como el Principado y los representantes de los trabajadores de ambas factorías están convocados a reunión en el Ministerio de Industria, donde analizarán los pasos dados y el plan a seguir en el objetivo común de encontrar un inversor para Alcoa antes de julio. Ese día, la industria electrointensiva española se manifestará en Madrid partir de las 11.00 horas, en un recorrido que partirá del Ministerio para la Transición Ecológica y que finalizará a las 12.00 en el Ministerio de Industria, justo a la hora en que comenzará la reunión sobre Alcoa. El motivo de la movilización convocada por los sindicatos CCOO y UGT es presionar al Gobierno central para que apruebe urgentemente el Estatuto de la Industria Eletrointensiva.

Hasta la fecha, como ha reconocido el Gobierno central, solo ha habido empresas y fondos de inversión que han preguntado por la oportunidad de la operación pero sin formalizar propuesta alguna.

Como ya publicó este periódico, uno de los candidatos con más inclinación por hacerse con las plantas de la multinacional norteamericana es Alibérico, el grupo liderado por el gallego Clemente González Soler. En este sentido, Alibérico es el primer grupo privado en Europa de capital español del sector del aluminio y está formado por 35 empresas y 17 fábricas distribuidas en cuatro continentes que dan trabajo a más de 1.200 personas.

El motivo que explica la ausencia de ofertas formales es que en el puzzle de venta de las plantas de Alcoa falta un elemento esencial: la aprobación del un estatuto electrointensivo que abarate el coste de la energía para las empresas de gran consumo. Las compañías que, como Alcoa, tienen una alta dependencia de la energía -la electricidad supone el 40% de los costes de producción de la aluminera- se ven perjudicadas por un sistema en el que el coste de la luz se ha disparado y que les impide hacer cálculos más allá de seis meses vista. Ese es el plazo para el que el Gobierno otorga las primas en las subastas de interrumpibilidad, cuyos incentivos disminuyeron un 40% en la última puja de diciembre. El nuevo marco legal debe facilitar que las empresas españolas de gran consumo compitan en igualdad con las de su entorno europeo, donde el precio de la luz es más barato.

Los técnicos del Igape y del comité de empresa de A Coruña mantuvieron ayer una reunión con el fin de confeccionar un Libro de Ventas que incluya las características de la planta coruñesa.