El presidente de BBVA, Carlos Torres Vila, se comprometió ayer a actuar con "rigor" y seguir colaborando con la justicia para esclarecer cuanto antes el caso Villarejo, y presumió de la honestidad e integridad de la entidad. El caso de las supuestas escuchas encargadas por el BBVA al grupo Cenyt del excomisario Villarejo fue, como era previsible, el tema estrella de la junta, y más después de la renuncia anteayer por la tarde del anterior presidente, Francisco González, a la presidencia de honor y de su Fundación para "no dañar al banco".

Torres Vila, en su primera junta como presidente, quiso agradecer el gesto a su antecesor y recordó a los accionistas, antes de dar la palabra a los trece que intervinieron, que el banco inició a mediados de 2018 un análisis interno tras las primeras informaciones que relacionaban a BBVA con Villarejo.

Pero todo cambió el pasado 9 de enero, al salir a la luz informaciones sobre seguimientos e intervenciones telefónicas a miembros del Gobierno, la competencia e incluso periodistas, que de ser ciertas, serían conductas "muy graves, deplorables y contrarias a los valores del banco", dijo. A partir de entonces, la investigación de BBVA se amplió y desde mediados de enero se cuenta con los despachos de abogados Uría, Garrigues y la consultora PwC, que lidera el análisis.

"Somos íntegros y resolutivos" a la hora de solucionar los problemas de los clientes, manifestó Torres.

Los accionistas aprobaron por mayoría todos los puntos del orden del día, entre ellos la reelección como consejero de Torres Vila y el nombramiento de Onur Genç como consejero, así como las cuentas de 2018, el sistema retributivo de los consejeros o el dividendo correspondiente al ejercicio.