Los ministerios de Industria, Comercio y Turismo y para la Transición Ecológica publicaron ayer el borrador de real decreto por el que se regula el Estatuto de los Consumidores Electrointensivos, una medida esperada por la compañías especialmente sensibles al precio de la luz como Alcoa o Ferroatlántica, entre otras.

La multinacional norteamericana tiene apercibida de cierre su fábrica de A Coruña (375 empleos) y Avilés (320 trabajadores) y ayer, tras analizar el proyecto publicado por el Gobierno, amenazó con incluir a San Cibrao (Lugo) en el lote. La compañía considera que el borrador añade más "incertidumbre" a la situación actual y "compromete la viabilidad" de sus tres fábricas. En los casos de A Coruña y Avilés porque "condiciona" cualquier posibilidad de encontrar un comprador que evite el cierre antes del 1 de julio. Y en el caso de la factoría lucense porque "no se aportan soluciones a la sostenibilidad de la industria aluminera, lo cual pone en riesgo la viabilidad de la planta de San Cibrao, la única instalación que mantiene la producción de aluminio primario en España".

Alcoa argumenta que las medidas propuestas son "insuficientes", ya que "mantienen un significado coste diferencial respecto a nuestros competidores en el ámbito energético". También las califica de "inciertas" porque, a su juicio, "ni siquiera hay garantía sobre la aplicación efectiva de la medida más relevante, que es la compensación de costes indirectos de CO2".

El presidente del comité de empresa de A Coruña, Juan Carlos López Corbacho, tildó el borrador de "decepcionante". "No tiene en cuenta el impacto de los costes sobre la producción en condiciones; incumple las expectativas y lo que nos prometieron", señaló antes de explicar que ya trabajan en las alegaciones y que el 28 de marzo se manifestarán en Madrid "con más fuerza todavía".

El presidente del comité de Avilés, José Manuel Gómez de la Uz, calificó el borrador de "tomadura de pelo". El sindicalista hace ver que un hipotético ahorro de 15 euros por MW/h "es una insignificancia cuando el precio no baja de los 60 euros y nuestros competidores europeos trabajan en tarifas un 40% inferiores".