Las dos plantas de Alcoa en venta, A Coruña y Avilés, están excluidas de la próxima subasta de primas eléctricas, por lo que el eventual comprador no tendrá posibilidad de abaratar la factura de la electricidad si decide reactivar la producción de aluminio a partir del 1 julio. Esa es la fecha límite para la compra que salvaría las fábricas y sus 700 empleos, una operación que se complica con la pérdida de estas ayudas para el segundo semestre del año. El operador del sistema, Red Eléctrica de España (REE), informó ayer de que las dos instalaciones alumineras están vetadas para la puja prevista para junio por haber desistido del servicio de interrumpibilidad desde la parada de la electrólisis en las dos plantas amenazadas de cierre. La multinacional no ha querido hacer valoraciones, mientras que los trabajadores aseguran tener constancia de que la empresa ha solicitado participar en la puja y confían en que el Gobierno encuentre el mecanismo para que A Coruña y Avilés obtengan la rebaja en el coste energético.

En diciembre, ya con el ERE (expediente de regulación de empleo) sobre la mesa, Alcoa obtuvo 21 millones de euros para sus tres plantas (San Cibrao, A Coruña y Avilés) a cambio de su disponibilidad para interrumpir hasta 400 megavatios (MW) de su consumo cuando lo requiera el sistema -a fin de corregir desequilibrios técnicos o económicos-, un compromiso que no pudo mantener en el caso de A Coruña y Avilés, que ahora son penalizadas. "Cuando un proveedor del servicio renuncia a prestarlo en el año en el que le fue asignado, no puede presentarse a la subasta siguiente", explicó ayer en rueda de prensa el director general de Operación de REE, Miguel Duvison, quien cifró en el 0,6% la caída que ha sufrido la demanda eléctrica en el conjunto de España por la parada de las dos fábricas de aluminio primario efectuada en febrero.

A pesar del aviso de Red Eléctrica, el presidente del comité de empresa de Alcoa en A Coruña, Juan Carlos López Corbacho, mostró ayer su confianza en que la fábrica pueda conseguir finalmente las primas eléctricas dada la "excepcionalidad" de su situación. En ese sentido, la plantilla aluminera pide al Gobierno el "blindaje" necesario para facilitar la venta. "La empresa nos ha transmitido que ha solicitado participar en la subasta con las tres plantas y entendemos que cabe la posibilidad, esperamos que no haya más problema que la falta de comunicación entre Red Eléctrica y el ministerio", concluía ayer el representante sindical a la salida de una reunión de seguimiento del ERE. Respecto a los posibles compradores, Corbacho espera conocer próximamente los interesados en la planta coruñesa, una vez que el Ministerio ha comunicado a Alcoa el número de inversores que optan a hacerse con la factoría de Avilés. Hay ocho aspirantes, de los cuales cinco han firmado un contrato de confidencialidad con la multinacional para avanzar en el proceso.

Respecto a las condiciones de la puja, a la que sí asistirán Alcoa San Cibrao y Ferroatlántica, Duvison auguró que será similar a la anterior porque "no hay tiempo para cambios drásticos de la metodología". Alcoa ha sido hasta el momento el principal beneficiario del mecanismo de interrumpibilidad, por el que ha recibido mil millones de euros de las arcas públicas según el Gobierno. En la última subasta la compañía se quejó de que los incentivos se recortaron un 40%. También Ferroatlántica achaca a los malos resultados de la puja el ERE de dos años que ha aplicado a todos sus trabajadores (unos 400 en las plantas de Sabón y Cee-Dumbría). A estas críticas, el directivo de Red Eléctrica (organizadora de las pujas) responde que los incentivos asignados son "resultado de las ofertas de las industrias" y que por tanto "está en su mano alcanzar otro precio".

El presidente de Red Eléctrica de España (REE), Jordi Sevilla, valora el estatuto de la industria electrointensiva, a pesar del rechazo que ha suscitado entre la patronal el borrador publicado esta semana por el Gobierno -Alcoa alertó de que incluso pone en riesgo la planta de San Cibrao, la única que está fuera del ERE-. "Es un paso en la buena dirección", aseguró el exministro socialista en un encuentro con periodistas. Sevilla argumentó que la normativa de la Unión Europea deja un margen "escaso" para que los países puedan para reducir el precio de la energía a la gran industria. En la misma línea, Duvison valoró que el texto supone "una precisión de instrumentos que pueden ayudar a las grandes industrias".

En cambio, el alcalde de A Coruña, Xulio Ferreiro, lamentó ayer que el nuevo marco eléctrico industrial que traza el Gobierno "es insuficiente para alcanzar los objetivos que se pretendían". "Asegurar una estabilidad en los precios de la energía eléctrica en A Coruña es fundamental", añadió Ferreiro en alusión a la situación de la planta de Alcoa y la búsqueda de un inversor para evitar el cierre y salvar los 400 empleos directos de la factoría de A Grela.