Hay una parte de la radiografía salarial en Galicia en la que las mujeres sí llevan la voz cantante... pero no es precisamente en los tramos de mayor sueldo. Suponen casi el 56% de los trabajadores en la comunidad que no pasaban del SMI en 2017, unos 9.900 euros anuales, según los últimos datos de la Agencia Tributaria, que evidencian la enorme brecha en las nóminas entre hombres y mujeres: ellos cobran de media 20.554 euros, un 27,5% (4.431 euros) por encima de ellas. Aunque a menudo el análisis de la desigualdad se centra en el salario base porque es la parte fundamental, hay otra serie de condicionantes que "agravan y perpetúan" el incumplimiento "del principio de igual retribución por un trabajo de igual valor", como destaca Jaime Cabeza, catedrático de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social y coordinador del informe encargado por la Consellería de Economía, Emprego e Industria para analizar la situación de la brecha salarial desde el punto de vista de la negociación colectiva.

A partir del análisis de convenios colectivos sectoriales y de empresa y de multitud de sectores, los investigadores llegaron a la conclusión de que junto con la discriminación directa existen fórmulas de discriminación "indirecta" que arrancan desde el mismo momento de la clasificación profesional. Las referencias a un sexo determinado para establecer una categoría son ya "escasas", pero, como sucede en actividades como el naval, se recurre al femenino para exclusivamente hablar de puestos como "taquimecanógrafa-traductora". Son las llamadas "tareas feminizadas", señalan una de las investigadoras, Francisca Fernández Prol, doctora en Derecho, que evidencia la discriminación en el salario con la incógnita de por qué una limpiadora cobra menos que un peón sin especialización.

Sucede lo mismo, subraya el análisis, con las ayudas de costes -habitualmente, como el kilometraje, más vinculadas a tareas masculinizadas- y los complementos salariales. El de antigüedad es el paradigma: penaliza a las mujeres "por su tardía incorporación" al mercado laboral y "muchos otros" condicionantes, como "sus carreras profesionales más irregulares por asumir mayores cotas de responsabilidad en los cuidados familiares".

Buena parte de las propuestas de mejora que incluye el estudio deberían, según el conselleiro de Economía, Francisco Conde, tenerse en cuenta en la negociación colectiva. "La lucha contra la brecha salarial debe ser aún más contundente", reclama Conde, que destaca que para la administración y los agentes sociales los planes de igualdad son una "palanca" para dar la batalla. Cabeza aprovechó la oportunidad para pedir a la Xunta "formación" para la elaboración de esos planes y defendió "la oportunidad histórica" que hay en estos momentos para llevar adelante "el cambio".