El exministro de Economía y vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos, negó ayer ante el tribunal que juzga la salida a Bolsa de Bankia que hubiese exigido la dimisión a Rodrigo Rato como presidente de Bankia en mayo de 2012, en contra de lo que sostuvo el exbanquero; desmintió que el Gobierno de Mariano Rajoy hubiese apartado al Banco de España de la gestión de la crisis financiera (lo había dicho anteayer el exgobernador Miguel Ángel Fernández Ordóñez); y rechazó que el Ministerio de Economía que entonces dirigía hubiese pedido al Fondo Monetario Internacional (FMI) la anticipación del informe financiero sobre España, cuya difusión (con referencias tácitas inquietantes sobre la situación de solvencia de Bankia) hizo "saltar todo por los aires", en expresión de Fernández Ordóñez la víspera.

De Guindos, que no era ministro cuando se creó Bankia (2010) ni cuando empezó a cotizar en Bolsa (2011), llevaba cinco meses en el cargo cuando se precipitó la debacle del banco. Ayer, De Guindos declaró que la salida a Bolsa fue "un error" y que el mayor problema de Bankia fue la sobrevaloración de sus activos y su excesiva dependencia de la liquidez del BCE.

También sostuvo que el plan diseñado por Rodrigo Rato para el saneamiento de la entidad financiera en 2012 suscitó incredulidad y juzgó inaudito que el banco hubiese formulado sus cuentas de 2011 sin el informe del auditor.

El exministro, en una declaración por videconferencia desde Frankfort, argumentó que durante su gestión en los primeros meses de 2012 se focalizó en intentar "evitar el colapso" del banco presidido por Rato y que esto arrastrase a la economía española (con posible contagio al resto de la eurozona) porque "nadie se creía" las cifras de los bancos españoles y porque Bankia era "el caso más problemático" de todos.

El informe del FMI que en aquellos meses apuntó a Bankia como el mayor problema de España (tal y como recogió_De Guindos en su libro "España amenazada") es muy relevante.

Y no sólo porque anteayer Fernández Ordóñez lo señáló como detonante del desastre. Un portavoz del Fondo Monetario Interbnacional aseguró al periodista Ernesto Ekaizer (así lo recoge éste en su último libro) que se anticipó su difusión a petición del Gobierno presidido por Mariano Rajoy. Y alguno de los procesados dijo que con ello se quiso justificar la intervención.