El Consejo de Ministros aprobó ayer, por decreto y a un mes de las elecciones generales del 28 de abril (28-A), la mayor oferta pública de empleo desde 2008: 33.793 plazas, la mayoría de turno libre y para cubrir vacantes o estabilizar puestos ocupados de manera interina en la Administración General del Estado y en un 22% destinadas a reforzar el personal de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado y el Ejército.

Frente a las críticas de electoralismo formuladas desde la oposición, el Gobierno defendió la aprobación de la macrooferta para "dar certidumbre" a los opositores y rejuvenecer plantillas. Enfatizó también que, según sus datos, el nivel de empleo público es inferior en España a la media de la Unión Europea.

La nómina de la Administración estatal (incluidas fuerzas del orden y militares, así como el personal de agencias, empresas y otros entes públicos) está formada ahora por algo más de medio millón de personas, unas 80.000 menos que en 2010, cuando el empleo público alcanzó su techo en España. La caída de efectivos del Estado se perpetuó después de la crisis al haber más jubilaciones que incorporaciones.