El Banco de España cree que las fusiones son "una alternativa clara" para que las entidades financieras del país mejoren su rentabilidad y ganen eficiencia en el actual contexto de bajos tipos de interés, en el que muchas están operando por debajo de su coste de capital y con estructuras de costes "muy pesadas".

En una entrevista incluida en la Memoria de la Supervisión Bancaria en España en 2018, la subgobernadora de la institución, Margarita Delgado, destaca "los evidentes" ahorros de costes por sinergias y optimización de redes resultantes en las fusiones observadas hasta ahora a escala nacional. Además, resalta los beneficios de las fusiones con entidades extranjeras "a medida que avancemos en la Unión Bancaria".

El gobernador Pablo Hernández de Cos señala en la carta de presentación de la Memoria que "el nivel de los activos dudosos y los inmuebles adjudicados sigue siendo elevado, por encima del observado antes de la crisis".

Durante 2018, el número de entidades financieras en España se redujo de 210 a 203. En el caso de los bancos, las bajas derivaron de procesos de consolidación, en particular de Bankia y BMN, de Banco Santander y Banco Popular, de Liberbank y Banco de Castilla-La Mancha y de Unicaja Banco y Banco CEISS (España-Duero). Aunque parte de las operaciones se conocieron en años anteriores, sus efectos jurídicos se desplegaron en 2018. A finales del año pasado se conoció que Liberbank y Unicaja habían iniciado contactos para una fusión (y también el interés de Abanca por la entidad astur). Desde entonces han avanzado en diferentes fases, como la realización de la due diligence o la presentación de un plan al Banco Central Europeo (BCE). Delgado remarca que la banca "solo puede subsistir si es rentable". "Cada entidad debe buscar su propio camino", señala.