Galicia fue la quinta comunidad autónoma que menor inversión extranjera captó el año pasado, por delante de Extremadura, Murcia, Asturias y Castilla y León. Los recursos que recibió Galicia del exterior para su sector productivo ascendieron a 65,4 millones al cierre del ejercicio 2018, el 0,13% del total español.

La comunidad gallega consumó así su quinto ejercicio consecutivo de caída desde 2013, cuando la inversión foránea fue de 48,9 millones, y a bastante distancia del récord registrado en 2001, año en que superó los 400 millones de euros. Buenas cosechas en este capítulo fueron también las de 2009, con 151 millones; 2011, con 197,5 millones y 2012 con 148 millones. El peor año de la serie desde principios de siglo le corresponde a 2010 con tan solo 10,2 millones, lo que evidencia una estadística marcada por las oscilaciones. La inversión extranjera en Galicia dibuja una trayectoria irregular cuya entrada de recursos obedece siempre a una operación concreta.

La merma del año pasado en la comunidad gallega (fue un 33% inferior a la cifra de 2017) coincidió en un ejercicio que fue récord en España en la atracción de inversión productiva internacional. Pese a los malos augurios que se habían difundido sobre el comportamiento económico español por las tensiones secesionistas en Cataluña y por el desalojo del Gobierno de Mariano Rajoy (PP) por la moción de censura socialista que se tramitó a fines de mayo de 2018 y se consumó el 1 de junio, España recibió del exterior hasta el 31 de diciembre 46.827 millones, la cifra más elevada de la que hay registro y un 71% más que en el ejercicio precedente.

El anterior récord se había producido en 2011 (el último año del Gobierno de Rodríguez Zapatero), cuando se registró la entrada de 28.791 millones, sólo inferior a las que tuvieron lugar en 2007 y 2008 (justo antes y al inicio de la crisis económica internacional), en ambos casos con cifras superiores a los 30.000 millones.

El ránking español en la recepción de recursos productivos del exterior lo encabeza Madrid, con 39.925 millones, que ha engordado hasta alcanzar el 85,3% del total, seguida por Cataluña, con 2.985,6 millones, que se ha desplomado del 31% al 6,4% en los últimos tres años, coincidiendo con el desafío soberanista. Le siguen el País Vasco, con 969,2 millones y la Comunidad valenciana, con 965,2.

En el caso de Galicia, los Países Bajos fueron el principal punto de origen de las inversiones exteriores recibidas, con 14,5 millones. Le siguieron Reino Unido (12,6 millones) y Portugal (12,2). Los sectores productivos gallegos que recibieron las mayores cuantías fueron el comercio, con 14,4 millones; la fabricación de maquinaria y equipo, con 13,6 millones; los servicios de alojamiento, con 9,7 millones; el suministro de energía, con 3,9 millones; la industria de la alimentación, con 2,1 millones y la construcción especializada (1,0).