El Corte Inglés ya empezó a repartir entre posibles interesados el cuaderno de venta con los activos inmobiliarios que no considera estratégicos y de los que quiere desprenderse para hacer caja y reducir su deuda. Son 95, como anunció hace unos días, y en la operación va de la mano de la consultora PricewaterhouseCoopers (PwC), con el objetivo de colocarlos este mismo año. Hay una parte de la información distribuida que es "ciega". De la que apenas hay detalles. El grupo evita concretar cuáles son los 11 grandes centros incluidos en la cartera de desinversiones y que seguirá ocupando entre tres y cinco años en régimen de alquiler. Entre ellos está uno de los de Galicia, pero El Corte Inglés insiste en la confidencialidad para no dar más detalles.

La comunidad es uno de los territorios fuertes de la compañía presidida por Jesús Nuño de la Rosa, que la incluye en el top cinco regional de su balance inmobiliario. Los últimos datos sobre las propiedades de El Corte Inglés en Galicia se remontan a 2015, al informe remitido a la Bolsa de Irlanda (Irish Stock Exchange) con motivo de la primera emisión de bonos de su historia a través de Hipercor. Antes, por tanto, del ajuste que hizo en algunas de sus cadenas. En aquel momento, el grupo contaba con cuatro grandes superficies (los grandes almacenes de A Coruña y Vigo y los Hipercor de Santiago y el centro comercial Marineda); 14 tiendas de alimentación de Hipercor, Supercor Express y Opencor; 18 establecimientos del resto de sus filiales, como Sfera y Bricor; y 15 agencias de viaje. La valoración ascendía a 601 millones de euros de un total de 15.126 millones en el conjunto del Estado, según los cálculos encargados a Tinsa.

Las 11 áreas comerciales con el cartel de "se vende" se reparten, además de Galicia, por Madrid, Cataluña, Andalucía, Aragón, Canarias y Navarra. ¿Son centros en números rojos? No, según la información adelantada por el diario Cinco Días. El beneficio antes de intereses, amortizaciones e impuestos (Ebitda) es positivo.

El Corte Inglés insiste a preguntas de este diario que la información relativa a cuáles son las grandes superficies que forman parte de su mayor proceso de desinversión es "ciega". La mecánica que se seguirá no es muy diferente a lo que están haciendo otros grandes nombres de la distribución. Inditex, sin ir más lejos. O también en la banca. Con el sale?ase back, las empresas exprimen el potencial de sus activos inmobiliarios sin abandonarlos. En este caso, la condición de El Corte Inglés es la firma de un contrato de arrendamiento de entre tres y cinco años. Lo que deja entrever la posibilidad de que alguno de ellos pueda acabar echando la persiana. "Eso no está decidido", aseguran las mismas fuentes, que ponen como ejemplo "lo que es habitual con las casas", en referencia a la negociación de un nuevo contrato de alquiler cuando vence el que estaba en vigor. Sí subraya El Corte Inglés que no habrá impacto para los trabajadores. "Como se ha dicho desde el principio", destacan.

La cartera de desinversiones supera los 1,2 millones de metros cuadrados y se estructura en tres segmentos, en función del negocio al que se dedican: establecimientos de retail y oficinas, otro tipo de inmuebles y terrenos. Madrid, Barcelona, Málaga y Sevilla concentran la mayoría de activos, por los que los interesados podrán proponer ofertas individualizadas por propiedad o combinadas.