La dirección de CaixaBank aceptó ayer renunciar a las salidas forzosas de trabajadores para cubrir las 2.157 bajas que prevé llevar a cabo para reestructurar la plantilla (65 en Galicia), a la condición de que los sindicatos asuman el resto de cuestiones en negociación, como la ampliación de la movilidad laboral a escala provincial o la extensión del modelo de oficinas store, según confirmaron tanto los sindicatos como la propia entidad.

Pese a valorar este paso, CCOO, con mayoría en el comité, subrayó que es "insuficiente" para llegar a un acuerdo, por lo que insta al banco a renunciar también a la movilidad forzosa. La dirección de CaixaBank, según el sindicato, mantiene sus propuestas de ampliar las oficinas store, eliminar las subdirecciones y prolongar hasta los 36 meses el tiempo para consolidar cargo.