La Asociación de Industriales Metalúrgicos de Galicia (Asime) celebró ayer en Vigo su asamblea anual, en la que advirtió un incremento del empleo del 3,4% en el sector (hasta los 66.684 ocupados) y otro 3,5% de empresas (3.777 a cierre de 2018). Tras la sesión el presidente de la patronal, Justo Sierra, volvió a reivindicar la necesidad de potenciar la industria con, entre otras palancas, un "suelo industrial a precios razonables".

Es una petición recurrente del empresariado gallego, que en parte ha optado por establecerse en Portugal atraído por las elevadas exenciones fiscales de las cámaras municipales. Sierra aprovechó también para demandar un "suministro energético estable y competitivo", básico para evitar que se repitan situaciones como la de la planta de Alcoa en A Coruña, que esta contagie a la de San Cibrao (Cervo) o las dificultades de Ferroatlántica.

"Destacamos la conveniencia de que las industrias del sector sean más competitivas de manera global respecto a competidores de otros países y diversificando todavía más los clientes, mostrando la calidad de los proveedores implantados en Galicia de primer y segundo nivel", agregó Sierra, también presidente de Urovesa. Es el camino que han seguido, por ejemplo, el grueso de los proveedores gallegos de automoción, que sellaron un 2018 con récord de exportaciones tras reducir todavía más su dependencia de PSA.