La riqueza financiera neta de las familias españolas e instituciones sin fines de lucro al servicio de los hogares (ISFLSH) se situó en 1,370 billones de euros en el cuarto trimestre de 2018, lo que supone un 2,9% menos que el año anterior, según las Cuentas Financieras publicadas por el Banco de España ayer.

Los activos financieros netos representaron el 113,4% del Producto Interior Bruto (PIB), con una reducción de 7,6 puntos. La riqueza de los hogares se sigue manteniendo por encima de los niveles previos a la crisis económica, ya que en el primer semestre de 2007, justo antes del comienzo de la recesión, rozaba el billón de euros, si bien en el cuarto trimestre disminuyó respecto a los trimestres anteriores.

El grueso se encontraba en efectivo y depósitos (el 41% del total), seguido de participaciones en el capital (25%), seguros y fondos de pensiones (17%) y participaciones en fondos de inversión (14%). El efectivo y depósitos fue el componente que más incrementó su peso en los activos financieros de los hogares (1,7%) con respecto a un año antes, mientras que el peso de las participaciones en el capital fue el que más cayó (-2,3% ).

Mientras, la deuda consolidada de las empresas y de los hogares e ISFLSH alcanzó 1,16 billones de euros al final de 2018, un 133,4% del PIB, 5,7 puntos porcentuales por debajo de la ratio registrada un año antes.