Quizás a muchos ciudadanos todavía les cueste entender la proyección del debate alrededor de las idas y venidas del polémico Brexit. Las cuestiones internas para el Reino Unido son evidentes. ¿Cuántas empresas seguirán moviendo sus cuarteles generales para evitar un enredo legal y tributario? ¿Cuál será el impacto en su economía? ¿Qué pasará con la frontera en Irlanda? ¿Y con la situación de los trabajadores extranjeros? La lista de interrogantes es larga, más si finalmente no hay un acuerdo en la desconexión de la UE, retrasada ahora hasta el 31 de octubre. Pero la relevancia transciende al país y viaja a 2.600 kilómetros de distancia, hasta el bolsillo de cualquier gallego. La comunidad debe mucho de su actividad, y por tanto del empleo, al negocio exterior. Y el Reino Unido representa alrededor del 7% de las exportaciones de Galicia, cada vez más concentradas en la UE. Por eso, junto con el Brexit, la ralentización generalizada en la mayoría de estados comunitarios supone una importante amenaza para la consolidación del crecimiento de la comunidad.

Lo ocurrido con las ventas al exterior en el arranque del año es el primer aviso de lo que puede estar por venir. Galicia lideró los números rojos de las exportaciones en España con una caída del 26,2%, hasta los 1.541 millones de euros. "Hay que tomarlo con precaución, pero sí, es un aviso", confirma Sergio Prieto, director territorial del Instituto de Comercio Exterior (ICEX). "Los datos de 2018 fueron muy buenos, pero encierran una situación que no es ajena a lo que pasa en el resto de España cuando se frena la demanda „añade„. Ya en noviembre y diciembre se veía venir". Así es. La exportación en Galicia batió en 2018 su cuarto récord anual en las exportaciones, con 22.862 millones de euros, a pesar de los descensos del 4,2% y el 12,8% registrados en noviembre y diciembre, respectivamente. La UE aglutinó el 78,1% de las ventas, la mayor cuota de los últimos 14 años, según la Agencia Tributaria. Alemania protagoniza el ejemplo de cómo lo que puede parecer lejano no lo es tanto. Con una economía estancada, libre por los pelos de una recesión, las compras del país a Galicia „es el quinto mercado de nuestras exportaciones„ bajaron un 2,4% en 2018. El desplome en enero supera el 36% y se suma al retroceso del 32% del flujo hacia Francia, el 15,6% con Portugal y cerca del 28% en Italia, los países más relevantes del negocio exterior de Galicia.

España es una de las pocas potencias de su entorno que mantendrá el vigor de su PIB por encima del 2% este año. Tanto Bruselas como el Fondo Monetario Internacional (FMI) han metido un buen tajo a sus previsiones para la zona euro y coinciden en que su crecimiento se situará en el 1,3%. "Se habla de una japonización de la economía", recuerda Prieto. Es decir, ni crecimiento ni recesión. "Cuando un país no crece tira más de la demanda interna que del exterior, es lo normal. Los de enero son síntomas de preocupación, algo coyuntural que aflora un problema estructural que puede tener Galicia con el negocio exterior", continúa

¿Cuál? Su enorme dependencia de la UE y el reducido tamaño de sus empresas vendedoras. Dos hándicaps que, como quedó claro en la última reunión del Foro de Internacionalización que comparten el ICEX, el Círculo de Empresarios de Galicia y Abanca, "podría pasar una onerosa factura al comercio exterior gallego en un futuro". Es la segunda autonomía, solo por detrás de Castilla y León (78,6%) más expuestas al frenazo de la economía europea. Ya lo era y ahora lo es más por ese aumento continuo de la concentración desde el 71% que representaba el territorio comunitario dentro del negocio internacional de Galicia en 2006.

Para dar la vuelta a la tendencia, el Círculo de Empresarios de Galicia y el ICEX ultiman la creación de un grupo de técnicos de internacionalización para ayudar a la diversificación del negocio exterior de Galicia y que las empresas cuenten con ayuda suficiente para dar el salto a mercados al margen de la UE que a priori puedan parecer más complicados. Si el territorio comunitario se lleva la palma en destinos, textil y automoción, gracias al empuje de Inditex y PSA, concentran el negocio por sectores: sumaron el 51,5% de las ventas en 2018.

Los dos gigantes tienen mucho que ver con que de las 2.334 firmas gallegas exportadoras con más de 50.000 euros al año de facturación, las cinco primeras supongan por si solas casi el 46% del negocio exterior de la comunidad, según el ICEX. Si cogemos las diez siguientes, el porcentaje escala al 53,6%. Y al 94,8% con las 500 más activas.

La próxima semana se cerrarán los nombres de los expertos procedentes de la administración pública, clústeres, asociaciones sectoriales e instituciones académicas que se encargarán de elaborar un libro blanco de la exportación gallega a partir del diagnóstico de las oportunidades para productos gallegos y por países. "Ver dónde están las empresas españolas, nuestras competidoras europeas y dónde estamos nosotros y por qué no estamos en otros lugares", explica Prieto. El punto de partida serán los 12 países con recorrido que maneja la Secretaría de Estado de Comercio en su plan de internacionalización 2017-2027: China, Japón, Corea, India, Asia, Marruecos, Sudáfrica, Canadá, EEUU, México, Brasil, Rusia y Turquía. De ellos, solo Marruecos y EEUU están en puestos altos del negocio exterior de Galicia: un 3% y un 2,4% del total, respectivamente. "No significa que puedan existir otras opciones", asegura el director territorial del ICEX.

Frente a la falta de músculo financiero o de carencias en recursos humanos, el grupo de expertos abordará el desembarco en nuevos mercados a partir de fórmulas de cooperación, como las agrupaciones de interés económico o los consorcios de exportación. "Juntando, por ejemplo, empresas que no compitan entre ellas -ejemplifica Prieto-, con productos complementarios".

Preguntado por los sectores más infrautilizados en las ventas exteriores de la comunidad, el responsable del ICEX en Galicia señala directamente al agroalimentario. "Conservas y pesca o los vinos lo han hecho muy bien, pero hay más recorrido en productos muy presentes en el interior de la comunidad, como la carne, lácteos y derivados, incluso la miel y las castañas, además de algunas denominaciones de origen de vinos de las comarcas de Ourense y Lugo", indica. "Su potencial para el segmento gourmet -defiende- debemos explorarlo". También hay margen, según el ICEX, en los bienes de equipo "porque somos expertos en mucha máquina y herramienta"; en energías renovables y TICs, con un alto valor añadido; y en salud y biotecnología, "donde existen empresas todavía pequeñas que pueden hacer muchas cosas".