Los empleados de CaixaBank se concentraron en la tarde de ayer ante la dirección territorial gallega, situada en la calle Sánchez Bregua, en A Coruña, para mostrar su rechazo al expediente de regulación de empleo (ERE) que amenaza un centenar de puestos de trabajo en la comunidad debido al cierre de 18 oficinas previsto por la entidad bancaria.

El secretario general del sector financiero en CCOO-Servizos, Jorge Villarino, censuró que la empresa amenace con despidos forzosos y trate de imponer, a su juicio, una movilidad geográfica que supera el convenio colectivo. Los trabajadores piden que las bajas sean voluntarias y pactadas.

El ERE podría empezar a ejecutarse a partir de mayo, una vez terminada la negociación colectiva iniciada a mediados de este mes. La previsión inicial de la entidad financiera es la de extinguir 2.157 contratos, de los que solo un centenar afectaría a su plantilla gallega.