Los grupos bancarios que operan en España ganaron entre todos 14.846 millones de euros en 2018 debido a las menores necesidades de provisiones y saneamientos que tuvieron las entidades y a la contención de los gastos. Se trata de un 23% más que en 2017, en un año en que el sector bancario planteó una nueva oleada de despidos y cierre de oficinas, caso de Santander o Caixabank.

El presidente de la Asociación Española de Banca (AEB), José María Roldán, advirtió ayer de que la desaceleración de la economía también afecta a España. Por este motivo Roldán pidió al Gobierno que surja de las elecciones del domingo que aporte "certidumbre" y "estabilidad", a la vez que trabaje "pensando en las necesidades de la economía española".

El dirigente de la AEB apuntó que España tiene que mantener la confianza de los inversores extranjeros porque se vio "condicionada" por diferentes focos de incertidumbre, ya que sin su apoyo sería "muy difícil mantener la evolución favorable" que tuvo la economía en los últimos años.

A pesar de la actual desaceleración que sufre la economía, España crece más que la media de la zona euro, recordó Roldán. Además, pidió ajustes fiscales que a su vez sean compatibles con la mejora de la calidad del gasto público, el aumento de la productividad y una transformación progresiva hacia una economía sostenible.

El presidente de la AEB, en respuesta a la petición de Unidas Podemos para que las entidades bancarias devuelvan el dinero del rescate financiero de 2012, recordó que las entidades de la asociación "no recibieron ni un euro de esas ayudas, sino que aportaron 20.000 millones de euros a través del Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) al saneamiento de las entidades que tuvieron problemas".

Ante las reiteradas peticiones de algunos partidos políticos para que se establezca un impuesto para la banca, Roldán señaló que las entidades constituyen "el segundo sector que más impuestos paga", algo que están "contentos de hacer". El representante de la banca española también aseguró que todavía hay margen para realizar más fusiones bancarias en Europa, aunque quizás no tantas en España, ya que el número de entidades se redujo de 45 a 13.

Respecto al cierre de oficinas en pequeñas poblaciones, José María Roldán apuntó que la mayoría se produjeron por motivos de racionalización y recordó que la digitalización es una opción real para que toda la población pueda acceder a los servicios financieros.