La cadena de supermercados Dia está al límite. La compañía aportó ayer unos datos sobre su situación económica preocupantes, ya que estima que cerrará el primer trimestre con unas pérdidas que rondarán los 150 millones de euros y asegura también que durante ese periodo sus ventas han descendido un 4,3%. Esos números suponen un nuevo golpe al agujero patrimonial que ya arrastraba y salieron a la luz cuando faltaban solo cuatro días del desenlace de la opa que había presentado el máximo accionista, el fondo Letterone, controlado por el magnate ruso Mijail Fridman, que posee el 29%.

Tal es la agonía, que Letterone decidía a última hora de ayer ampliar en una semana más el plazo de aceptación de su opa, hasta el 6 de mayo, y propone rebajar el porcentaje de acciones que aspira a controlar como requisito para ejecutar esta operación, que pasaría del 64,5% actual a superar simplemente el 50%. El tiempo corre contra reloj para Dia.