A Coruña es protagonista desde hace meses por sus movilizaciones.

Un conflicto como el de Alcoa, con ese nivel de compromiso por parte de los trabajadores, le da un plus extraordinario al movimiento obrero. Han conseguido generar un espacio de solidaridad en el que se identifica mucha gente. Pero no solo Alcoa, la comarca de A Coruña tiene por delante desafíos muy potentes. Ahí están los casos de Ferroatlántica, Isowat, etc.

¿Cómo ve el futuro de la llamada industria electrointensiva?

Hay que partir de un detonante: la decisión de la multinacional norteamericana Alcoa de cerrar. Entonces surge un movimiento de trabajadores implicados y disciplinados que alzan la voz contra esa injusticia. Y logran que el conflicto de Alcoa entre de lleno en la agenda política del país. Pero no solo eso: logran visibilizar un problema que pone en jaque a todo un sector, el de la industria electrointensiva, debido a unos costes de producción inaceptables. Ahí el Gobierno reacciona y propone un nuevo marco regulatorio. En ésas estamos.

¿Qué espera del Primero de Mayo?

La primera gran movilización aconteció el pasado domingo con motivo de las elecciones generales. Ahí los ciudadanos votaron a favor del reparto de la riqueza y de la justicia social.

¿Se fía de Pedro Sánchez?

Somos optimistas escarmentados. Por eso tenemos que tomar las calles este miércoles y decirle al Gobierno socialista que no vamos a ceder en la lucha por recuperar los derechos que nos fueron arrebatados durante los años de crisis. Desde luego tenemos más esperanza que si gobernara una coalición de derechas. Queda una tarea importante por delante, desde la derogación de la reforma de las pensiones de 2013 a la aprobación de una reforma fiscal equitativa o la toma de medidades contra la precariedad laboral y en favor del empleo de calidad, la igualdad o la reforma del estatuto del trabajador autónomo, entre otras.