Ni gasolina, ni gasóleo, ni tirón de empresas alquiladoras. Las matriculaciones de vehículos nuevos en Galicia mantienen una atonía que ha dejado las ventas, hasta abril, en las 13.045 unidades. Incluso si se incluyera en el segmento de derivados de turismos a la nueva generación de comerciales ligeros de Peugeot, Citröen y Opel „así los considera la Asociación Nacional de Importadores de Automóviles, Aniacam„, los concesionarios gallegos han firmado hasta ahora el peor arranque de año del último lustro.

En el conjunto de España las ventas repuntaron ligeramente por la renovación del parque de empresas de alquiler; las matriculaciones repuntaron un 2,56% en abril, pero mantienen un retroceso de casi cinco puntos en lo que va de año. Galicia ni siquiera se benefició del efecto de las compras para el alquiler por Semana Santa, centralizadas en Madrid, Baleares y Comunidad Valenciana. En el caso gallego abril arrojó un descenso de las ventas del 17,6% y, en los cuatro primeros meses, el descenso rebasa ya el 13%.

La peor parte se la ha llevado el canal de particulares, el más relevante, que no cuenta a día de hoy con incentivos públicos para el achatarramiento. Los concesionarios gallegos no habían vendido tan pocos coches (9.623) a este tipo de clientes desde el mismo periodo de 2014 (con 8.784 unidades), según las estadísticas facilitadas por la Federación de Asociaciones de Concesionarios de la Automoción (Faconauto).

"Cualquiera que sea este Gobierno tiene que hacer un gesto que llegue a la calle, anunciando que no se va a penalizar la compra de cualquier modelo de automóvil de combustión", reclamó el presidente de Aniacam, Germán López Madrid. El parque de vehículos en Galicia envejece a marchas forzadas y casi la mitad (45%) tiene más de quince años de antigüedad, según los datos oficiales de la Dirección General de Tráfico (DGT). La gallega es la tercera comunidad con coches más antiguos en circulación, solo por detrás de Extremadura y Castilla y León.