Si abril es por sí mismo un mes que sienta bien al mercado laboral, en este 2019 tenía el incentivo de la Semana Santa. Y eso es siempre un revulsivo para la contratación, aunque también un quebradero de cabeza porque acentúa la ya elevada temporalidad. Las dos razones explican que el paro haya caído un 2,7% en Galicia. El número de desempleados se redujo en 4.615, hasta los 166.226, ligeramente por debajo del descenso del 2,8% (91.518 menos) en el conjunto del Estado, donde quedan 3,163 millones de personas a la espera de una oportunidad. Pese a liderar el recorte acumulado durante el último año, un 8,8% frente al total estatal del 5,2%, la comunidad sigue mostrando una mayor debilidad para animar la ocupación. Las afiliaciones a la Seguridad Social aumentaron un 2,1% „casi un punto menos que el país„ con respecto a las mismas fechas del pasado ejercicio, tras la creación de 21.175 puestos. Eso sí, Galicia alcanza los 1,010 millones de cotizantes, algo que no sucedía en abril desde 2009.

Ni en lo uno ni en lo otro Galicia mejora todavía los niveles precrisis, aunque en el paro está más cerca de conseguirlo que con la ocupación. En comparación con el mismo mes de 2008, hay 6.474 desempleados más y casi 70.000 trabajadores menos. Un desequilibrio que tiene mucho que ver con el enorme impacto del invierno demográfico en el mercado laboral autonómico.

El paro bajó el mes pasado un 3% en la provincia de Pontevedra (2.068 personas) y las afiliaciones subieron un 0,75% (2.616). El número de desempleados en Lugo disminuyó un 2,95% (482), un 2,7% (1.818) en A Coruña y un 1,3% (247) en Ourense, que arrastra las peores cifras de cotización con un aumento de solo el 0,1%, mientras que A Coruña roza el 0,6% de alza y en Lugo llega al 0,75%, según los balances divulgados ayer por el Ministerio de Trabajo y la Consellería de Economía.

El paro en Galicia retrocedió en abril más entre los hombres (3,1%) que en las mujeres (2,2%); cerca de un 4,5% en los menores de 30 años, un 4% en los de 30 a los 44 años y un 1,5% en el resto; y en general en todos los sectores, con la construcción a la cabeza (2% de caída) y, sobre todo, los servicios (3,4%), que es también la actividad que más tira de la ocupación por el pico turístico de la Semana Santa.

Prácticamente la mitad de las altas a la Seguridad registradas en Galicia durante abril, unas 3.000, fueron en la hostelería, donde el alza mensual acarició el 4%. La construcción ronda el medio millar de nuevos cotizantes, lo que en su caso supone un incremento del 1%. Entre los grandes grupos de ocupación destaca también las actividades profesionales, científicas y técnicas y el transporte y almacenamiento, ambas con un ascenso de afiliados del 1%.

El régimen especial de autónomos sigue sin mostrar síntomas de una recuperación clara. Los trabajadores por cuenta propia se elevaron un 0,17% en abril, pero en el último año bajaron un 1,3%.

El reparto en los contratos es muy similar. De los casi 84.000 formalizados, más de 28.000 se dirigieron a trabajadores de servicios de restauración, atención personal y comercio; y unos 23.000 para ocupaciones elementales. De ahí que los indefinidos no alcancen esta vez ni el 10% „7.298, el 8,7%„ después de una subida de tan solo el 1,6% respecto a marzo. La variación anual es todavía peor, con un notable descenso anual del 11,2% en los fijos. La contratación temporal crece casi un 12% sobre marzo y un 4,4% en el último año.

La Xunta vincula la caída del paro en abril a "la estabilidad" de la comunidad. "Confirma el crecimiento y sostenible de la economía", aseguró ayer Covadonga Toca, secretaria xeral de Emprego. Los sindicatos, en cambio, alertan del carácter "estacional" de la contratación y, por tanto, su temporalidad. Un tipo de empleo que "ocupa cada vez mayor parte del mercado laboral", denuncia UGT. "Retratan la precariedad campante en el mercado laboral en Galicia", coincide también Fran Cartelle, de la CIG. "Es un modelo basado en la precariedad y eso no es suficiente para mejorar la economía gallega y la calidad de vida de las personas", sostiene Maica Bouza, de CCOO.