Los tres paros de dos horas en la línea M2 de la factoría del Grupo PSA en Vigo lograron un seguimiento del 90% y una reducción en la producción de unos 600 vehículos, según manifestaron los sindicatos convocantes. Mientras, desde la dirección de la factoría se recortó el porcentaje a un 19% y se limitaron a explicar que se dieron "perturbaciones importaciones en la actividad", negando así los datos ofrecidos por UGT, CCOO y UGT, sindicatos que lideraron la huelga „al que se sumó también la CUT„ y que han convocado otra para el próximo miércoles.

El delegado de Comisiones en el comité de empresa, Santiago García, manifestó que están "realmente satisfechos del resultado" de la convocatoria, ya que "la planta se paró por completo". "Esperemos que ahora la empresa nos escuche de verdad", dijo. Manuel Domínguez, de la CIG, se mostró por su parte "triste por tener que llegar a estos extremos" y recordó la "falta de compromisos de la dirección". "Es sorprendente esta falta de diálogo", criticó Domínguez. Algo que también compartió la CUT, que indicó que "lo importante es que la empresa se abra al diálogo de las problemáticas de toda la fábrica". Mientras, desde UGT se resumió la participación de los paros de ayer como un "ejemplo de lucha".

Fuentes de la dirección indicaron que "existe una mesa de diálogo abierta para el 24 de mayo" y la convocatoria del nuevo paro dos días antes "evidencia la posición de confrontación injustificada" por parte de los sindicatos.

La "sobrecarga" en el trabajo de la línea M2 derivada de los nuevos modelos de la factoría es el motivo de la protesta.