Los órganos supervisores del sector financiero recibieron con decepción la ruptura de las conversaciones entre Liberbank y Unicaja Banca para integrarse y constituir el sexto banco español pero también con respeto y aceptación de la decisión unánime de los consejos de administración de ambas entidades, según medios consultados.

La operación que analizaron durante meses el banco de origen asturiano y el malagueño se insertaba en los planteamientos y aspiraciones del Banco Central Europeo (BCE) y el Banco de España para la banca mediana y, en ese sentido, las conversaciones fueron bien vistas por ambos centros de poder regulatorio, que fueron informadas con periodicidad por los dos grupos sobre la marcha de los contactos y los términos del acuerdo que se estaba intentando gestar. El fracaso de las negociaciones „que deja margen a un posible tercer intento de compra Liberbank por parte de Abanca„ frustró esas expectativas y en ese sentido suscitó "cierta decepción", señalaron medios cercanos a las autoridades bancarias.

Las fuentes consultadas indicaron no obstante que por parte de los supervisores se respeta la libre decisión empresarial de los dos bancos al poner fin a las negociaciones o al elegir candidatos para protagonizar una fusión bancaria. "No adjudicamos parejas de baile", indicó metafóricamente una persona consultada.

Esta declaración es coincidente con lo manifestado en abril por la subgobernadora del Banco de España, Margarita Delgado, cuando sostuvo en la Memoria de la Supervisión Bancaria que "el papel del supervisor no es decidir qué fusiones son deseables y cuáles no", aunque sí reclamó para el Banco de España y el BCE la valoración de "en qué medida una nueva entidad, resultante de un proceso de fusión, tiene como base un modelo de negocio sólido y genera valor en su conjunto".

Las personas consultadas por este diario señalaron que si en el pasado hubo indicaciones para impulsar fusiones fue porque era imperativo y prioritario "salvar el sistema financiero". Esas circunstancias extraordinarias y de máxima necesidad ya no concurren ahora, cuando ya se estabilizó la situación, la economía crece y el sector bancario ha hecho avances en solvencia, saneamiento, reducción de la morosidad, mejora de ratios y rentabilidad.

Estos progresos no obstan para que se sigan aconsejando nuevas fusiones para fortalecerse ante los retos y envites que entrañan anomalías como los tipos negativos y en el 0%. "Pero son recomendaciones genéricas y no específicas", dijeron las fuentes.

"Considero que, en el actual contexto de bajos tipos de interés, en el que muchos bancos están operando con rentabilidades por debajo de su coste de capital y con estructuras de costes muy pesadas, las fusiones son una alternativa clara para mejorar la rentabilidad y ganar en eficiencia", dijo Delgado hace un mes. En similares términos se expresaron en los últimos tiempos el gobernador, Pablo Hernández de Cos, y el presidente del BCE, Mario Draghi.