En España uno de cada cuatro trabajadores tuvo en 2018 un contrato temporal (26,9%), la cota más alta entre los países de la Unión Europea y cerca del doble que la media comunitaria, que fue del 14,1%, según los datos difundidos ayer por la oficina de estadística comunitaria Eurostat.

La tasa de empleo temporal se dispara hasta el 71,2% en el caso de los jóvenes de entre 15 y 24 años, también la más elevada entre los Veintiocho y superior al 43,3 % de media.

La temporalidad afecta más a las mujeres, en concreto a un 27,8% de las empleadas españolas frente al 26% entre los hombres, una brecha similar a la que se observa en el conjunto de la UE, donde la tasa es del 14,7% para las mujeres y del 13,6% en los hombres. Entre los países comunitarios, a España le siguen con las cotas más altas Polonia (24,3%), Portugal (22%), Holanda (21,2%) y Croacia (19,9%). En el extremo contrario se sitúan Rumanía, donde solo el 1,1% de los empleados tiene un contrato temporal, Lituania (1,6%), Letonia (2,7%), Estonia (3,5%) y Bulgaria (4%). La Comisión Europea ha advertido a España varias veces por la temporalidad del empleo, la última vez en febrero, cuando le recordó que, pese a que se está estabilizando tras crecer durante la crisis, la tasa sigue siendo alta y los contratos temporales se usan "ampliamente" en todos los sectores, incluidos aquellos con poca estacionalidad. Bruselas destacó que estos contratos además son con frecuencia de muy corta duración, el 32,6% de menos de seis meses y el 17,3% de solo un mes, lo que "implica un acceso limitado a formación específica para el empleo y dificultades para lograr derecho a recibir prestaciones por desempleo". En España el 23,1% de los trabajadores temporales están en riesgo de pobreza, en comparación con el 7,3% de los empleados indefinidos, según el Ejecutivo comunitario.

Bruselas señala como retos para el país la necesidad de mejorar las habilidades de los trabajadores, los servicios para la incorporación al mercado laboral y los resultados de la evaluación, aunque reconoce que los "esfuerzos para luchar contra el abuso de los contratos temporales y no declarados están dando frutos".