La ministra de Economía y Empresa en funciones, Nadia Calviño, afirmó ayer que "no es productivo deshacer, revertir o reformar las reformas" en ámbitos que requieren una visión de futuro, como el mercado laboral, por lo que abogó por no "dedicar la energía a estar constantemente volviendo atrás a considerar lo que se ha hecho" y apostó por "empezar a trabajar ya en un Estatuto de los Trabajadores del siglo XXI". En este sentido, aseguró que la visión de "búsqueda de consensos, negociación, apertura y buscar una mayoría social amplia para abordar los temas con perspectivas de futuro" marcaron la acción del Gobierno y "seguirá haciéndolo en el futuro".

La titular de Economía en funciones hizo hincapié en que el Ejecutivo socialista trabajará en un nuevo Estatuto de los Trabajadores y estudiará si hay que cambiar los elementos más lesivos de la reforma laboral realizada por el Gobierno de Mariano Rajoy en 2012. "Hay que ver si hay que hacerlo, pero queremos centrarnos en empezar a trabajar cuanto antes con los representantes de los trabajadores y con los empresarios en el Estatuto de los Trabajadores del siglo XXI", insistió.

Preguntada sobre los aspectos más lesivos que podría revertir el Ejecutivo, afirmó que es "prematuro" pronunciarse cuando ni siquiera se ha conformado Gobierno ni ha comenzado el diálogo son sindicatos y empresarios.

Pensiones

Con esta postura más proclive a los acuerdos para acometer las principales reformas también se refirió al asunto de las pensiones, sobre lo que marcó la necesidad de tener el "máximo consenso social y político posible" para acometer una reforma en el sistema, ya que son "decisiones que tendrán influencia sobre hijos y nietos". A este respecto, aseveró que la postura del Gobierno ha sido "poner todo de su parte" para alcanzar un acuerdo en el Pacto de Toledo que finalmente "no fue posible", si bien aseguró que el nuevo Gobierno empezará a trabajar "desde el primer día" para lograr el consenso en las reformas para el sistema de pensiones y garantizar que haya pensiones dignas "ahora y dentro de 20 o 40 años". "Esta es la responsabilidad que todos tenemos", dijo.

Por otra parte, sobre el impacto del SMI volvió a insistir en que por el momento no ha tenido un "efecto negativo" en el empleo, y sí positivo sobre la renta disponible de las familias.