Los 300 trabajadores directos de Ferroatlántica en A Costa da Morte vuelven a movilizarse contra la venta de las centrales hidroeléctricas del Xallas, una operación con la que el Grupo Villar Mir pretende hacer caja y que amenaza la continuidad de la fábrica de ferroaleaciones y sus puestos de trabajo. La planta de Cee y las concesiones de los saltos de agua del río Xallas en Dumbría no pueden segregarse. Así lo dijo la Xunta en 2017. A la espera de que el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) resuelva el recurso presentado por Ferroatlántica contra esta decisión del Gobierno gallego, la compañía busca vías para obtener liquidez. El comité de empresa de Ferroatlántica en Cee-Dumbría se reunió ayer con los grupos del Parlamento de Galicia para alertar de un "subterfugio" de Villar Mir para hacer negocio con las concesiones hidroeléctricas: vender la fábrica y los saltos hidráulicos en lote pero mantener la gestión de la factoría „menos interesante para el comprador„, actualmente con dos hornos parados y pendiente de la aplicación de un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE).

"Es un subterfugio legal para vender las centrales hidráulicas", resume el portavoz del comité de empresa, Alfonso Mouzo, quien admite una "gran preocupación" entre la plantilla por el futuro de su empleo. "No nos oponemos a que nos vendan, pero sí a que especulen con nosotros y nos dejen en manos de un grupo que no sabe nada de ferroaleaciones", explica el representante de los trabajadores. Mouzo recuerda que el posible cambio titularidad "tiene que autorizarlo la Xunta", por lo que llama al Gobierno gallego a estar vigilante ya que la concesión autonómica señala que las centrales deben servir para que la factoría (electrointensiva) sea viable y en la actualidad su producción está mermada. Con todo, el comité defiende que Ferroatlántica gana 30 millones al año con la fábrica de Cee y se niega que esta sea sacrificada para aliviar la deuda global de la empresa.

Protesta ante la fábrica

La plantilla se concentró ayer por la tarde en Cee tras una pancarta con en el lema Non queremos especuladores de enerxía. Si queremos industria na comarca. Según el comité, el presidente de Ferroglobe „multinacional a la que pertenece Ferroatlántica„, Javier López Madrid, se reunió el pasado sábado con el alcalde de Dumbría, una cita que a su juicio anticipa la intención de venta. La próxima semana, la firma española de ferroaleaciones presentará sus resultados del primer trimestre, unas cuentas que según prevé Mouzo serán "malas" y antes las cuales espera movimientos de desinversión para combatir el nivel de endeudamiento.

En Marea propuso ayer al Gobierno y a la Xunta exigir a Ferroglobe que utilice la producción eléctrica de las centrales hidráulicas de Ferroatlántica para el autoconsumo de las factorías de Cee y Dumbría para ser más competitivas, lo que frustraría un posible pelotazo con las concesiones hidroeléctricas.

El grupo de Luís Villares amainé también solicita sacar la producción nuclear e hidráulica del pool eléctrico diario y ofertar a largo plazo a 42?/MWH. Así lo propuso ayer el parlamentario de En Marea Francisco Casal tras mantener la reunión con el comité de empresa .

"La situación de la Compañía que sigue con los hornos cerrados y mantiene un ERTE a la mayoría del personal es de total incertidumbre, a la que se suman los rumores de que Ferroglobe quiere poner en venta estos centros de trabajo a una compañía que solo tiene interés en las centrales", apuntó Casal, quien también cargó contra el Gobierno porque "no acaba de establecer una tarifa eléctrica estable y competitiva para la industria, y en lo que parece una auténtica provocación saca una nueva subasta de interrumpibilidad para el segundo semestre de este nuevo año todavía más restrictiva tanto en los bloques de potencia subastada como en el precio".

Asimismo, En Marea responsabilizó a la Xunta por no exigir a Ferroglobe que use la energía producida en las centrales hidráulicas para autoabastecerse. "El Presidente Feijóo en vez de hacerse tantas fotos de autobombo, tenía que tener tiempo para llamar al señor Villar Mir y trasladarle con contundencia estas exigencias", concluyó Casal.